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PUROS

📖 Versículo clave:

“Israel ha pecado y ha roto mi pacto... Nunca derrotarás a tus enemigos hasta que quites esas cosas que tienes en medio de ti” (Josué 7:11-13 NTV).

✨ Introducción:

Esta prédica confronta el impacto del pecado oculto dentro del pueblo de Dios, usando como ejemplo la historia de Acán, quien trajo maldición al campamento por codiciar lo que Dios había declarado como consagrado.

🔥 Puntos principales:

1. El espíritu de Acán sigue vigente

Acán representa a:

• Los que desobedecen en secreto.
• Aquellos que, con su pecado, contaminan a otros.
• Los que ignoran las instrucciones de Dios y de sus líderes, como Josué.

Un solo acto de desobediencia puede traer derrota colectiva, pérdida de fe y miedo al pueblo entero.

2. El pecado abre puertas al enemigo

• No fue Dios quien provocó la derrota: fue el pecado.
• Cuando no somos puros, damos legalidad al enemigo para operar.
• La falta de pureza nos roba la valentía, la visión y la autoridad.

3. Conformismo disfrazado de humildad

• Josué pensó que quizás Dios se había equivocado en prometerles más.
• A veces preferimos quedarnos “del otro lado del Jordán” antes que reconocer que hay pecado que necesita ser purificado.

4. Restaurar el pacto requiere purificación

¡Levántate! Ordénale al pueblo que se purifique. (Josué 7:13)

• La pureza restaura la cobertura de Dios.
• El proceso es doloroso, pero necesario para remover lo que estorba.
• Es como cambiar la cerradura espiritual: cortar toda legalidad al enemigo.

5. Quitarse el manto de Babilonia

• Acán codició un manto babilónico, símbolo de iniquidad, carnalidad y poder humano.
• Hoy, Dios nos llama a quitar todo “manto” que representa:
  Autoridad ilegítima.
  Pecados ocultos.
  Deseos codiciosos.

6. El fuego prueba y purifica

El fuego probará el trabajo que hemos hecho (1 Corintios 3:13).

• No se trata de ser perfectos, sino de estar dispuestos a ser probados y purificados por el fuego del Espíritu Santo.

7. La sangre de Cristo nos santifica

• La Santa Cena es un acto de:
  Recuerdo.
  Separación.
  Santificación.
• Su sangre limpia toda rebelión y revela los “Acán” ocultos en el corazón.

Aplicación:

• ¿Hay algo en tu vida que esté contaminando el campamento?
• ¿Tienes algún “manto” que necesitas entregar?
• ¿Estás dispuesto a pasar por el fuego de Dios para ser aprobado?

Oración:

Señor, muéstrame si hay algo en mí que esté impidiendo tu victoria en mi vida. Purifícame con tu fuego, santifícame con tu sangre, y restaura tu pacto conmigo. Amén.