Devocional Del Día | JunioSample

Bendice, alma mía

Salmos 103:1-2

Bendice, alma mía, a Jehová, Y bendiga todo mi ser su santo nombre. Bendice, alma mía, a Jehová, Y no olvides ninguno de sus beneficios.

En este versículo, el salmista habla en lenguaje poético a su alma, diciendo "Bendice, alma mía".

El alma son nuestras emociones, mente y voluntad.

En otras palabras, es decir, en medio de esta circunstancia, en medio del dolor o alegría, "Alma mía, Bendice a Dios".

Alabar a Dios, bendecirle es una decisión que no debe de estar basada en nuestras emociones, sino está fundamentada en nuestro conocimiento acerca de quién es Dios.

Al final de este versículo dice "y no olvides ninguno de sus beneficios". Comúnmente podemos olvidarnos de la gracia que Dios nos ha dado. Por eso quiero animarte a que dediques un tiempo para expresar tu gratitud a Dios, empieza bendiciendo su Santo nombre y reconociendo que todo lo bueno que tienes porque todo proviene de él.

Medita: ¿Te dejas dominar por tu alma o puedes animarla a bendecir a Dios y a recordar la bondad de Dios?