¿Hay Esperanza Para Mi Matrimonio? Una Razón Perfecta Para Permanecer JuntosSample

Un tesoro escondido

Nuestros primeros años como misioneros plantadores de iglesias los pasamos aconsejando a muchos de los miembros de nuestra iglesia. Sin embargo, matrimonios jóvenes y maduros se desmoronaban, algunos terminando en divorcio, los matrimonios fracasaban a nuestro alrededor y nos sentíamos incapaces de ayudar.

Estaba sucediendo algo que nosotros como jóvenes e ingenuos misioneros no habíamos anticipado. Siempre hemos estado comprometidos con la plantación de iglesias, pero, ¿cómo podríamos plantar una iglesia en medio de estos matrimonios deshechos? Nuestro trabajo de plantación de iglesias se había detenido porque ninguno de nuestros líderes podía guiar a la iglesias de manera efectiva con tanto caos en casa.

Ese fue sólo un resultado, había otro efecto, aún más personal: ¡La destrucción del matrimonio destroza una de las formas en que podemos discernir quién es Dios!

¿Qué mejor manera de tergiversar nuestra visión de quién es Dios que deformar esa imagen en dolor e infelicidad? En nuestra pecaminosidad nos vemos tentados a rechazar el mismo regalo que Dios nos ha dado en nuestro matrimonio. ¡La unidad en el matrimonio es un tesoro!

Es un vistazo a la naturaleza misma de Dios. Al experimentar la unidad, entramos en la presencia de Dios.

La unidad divina tiene poco que ver con la forma disfuncional en que mi cónyuge y yo a menudo actuamos como uno solo, pero de vez en cuando vislumbramos lo que Dios tiene para nosotros en este matrimonio herido que vivimos todos los días. Dios desea sobre todo que lo tengamos a Él mismo, y podamos experimentar eso en la unidad del matrimonio.

¡Oh, qué tesoro es tener un vistazo de Dios mismo!