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¿Sientes que ya no puede más?

¿Estás atravesando un tiempo de espera en tu vida? Tal vez estás orando por una respuesta, buscando claridad o enfrentando una carga que parece no tener solución. En esos momentos, es fácil caer en la tentación de rendirse y perder la esperanza.

El salmista David también enfrentó tiempos de dificultad en los que estuvo a punto de desmayar. En medio de luchas encontró fortaleza al recordar la bondad de Dios él escribió: “Hubiera yo desmayado, si no creyese que veré la bondad de Jehová en la tierra de los vivientes" (Salmo 27:13). Estas palabras nos muestran que la clave para perseverar está en confiar en que Dios sigue siendo bueno y fiel, incluso cuando las respuestas tardan en llegar.

Esa misma fe en su bondad puede sostenerte hoy. Mantener tu mirada en Jesús significa creer que Él no te fallará, que escucha tus oraciones y que tiene una solución perfecta para cada situación. Es su fidelidad la que nos permite esperar con esperanza, sabiendo que Él tiene el control.

En el siguiente versículo, David nos exhorta: “Aguarda a Jehová; esfuérzate, y aliéntese tu corazón; Sí, espera a Jehová”(Salmo 27:14). Esperar en Dios no es un acto pasivo, sino una decisión activa de confiar, ser valientes y encontrar ánimo en su presencia. Mientras esperas, Dios está obrando no solo en tu situación, sino también en tu corazón, moldeándote y llenándote de nuevas fuerzas.

Hoy te animo a descansar en su bondad, así como lo hizo David. Confía en que Él quiere lo mejor para ti y que, mientras esperas su respuesta o milagro, Dios está trabajando de maneras que quizás no puedas ver.

No te desanimes. Aguarda a Jehová con esperanza y valor, porque Él nunca falla.