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La vida se parece mucho a una carrera, y Dios ha trazado un recorrido solo para ti. Pero correr bien significa dejar de lado todo lo que te frena, como las distracciones, las dudas o el pecado que te hace tropezar.

¿Listo para aprender algo interesante? En tu carrera, no corres solo. Hay una multitud que te anima, personas que han corrido su carrera antes que tú y se han mantenido fieles. Sus historias en la Biblia te recuerdan que es posible seguir adelante, incluso cuando sea difícil. Entonces, ¿qué te está frenando? Sea lo que sea, suéltalo. Concéntrate en la línea de meta y confía en que Dios te dará la resistencia que necesitas.

Hoy, dedica unos minutos a leer Hebreos 11 y conoce a algunas de las personas que te animan en esa multitud.