Principios Para La Vida en El Reino De DiosSample

NORMAS Y ARGUMENTOS PARA EL PERDÓN

IDEAS BÁSICAS

• El primer paso para resolver el conflicto para un cristiano es acercarse directamente a aquel con quien ha tenido el conflicto.

• Si no tiene éxito, no debe abandonar la resolución de la situación, sino que debe reanudar las conversaciones con él, involucrando a otras dos o tres personas.

• Si nada se resuelve y no se alcanza la paz, la iglesia debe estar involucrada, y si esa persona ignora incluso la mediación de la iglesia, está claro que estamos tratando con un incrédulo.

• El perdón sostiene la unidad, tanto en el plano terrenal, entre nosotros, como espiritualmente, entre nosotros y Dios, por lo que no es opcional para el cristiano.

• El siervo endeudado, que no podía pagar la deuda, representa a todo pecador. Pidiendo perdón, persuadió al rey hasta tal punto que le perdonó toda deuda.

• Se esperaba que el siervo también perdonara la pequeña deuda de su deudor, continuando el modelo de bondad del rey en el reino. Desafortunadamente, no lo perdonó, demostrando así una falta de gratitud.

• El rey reaccionó, poniendo al deudor ingrato de nuevo bajo castigo. El perdón es una condición impuesta por Dios para su reino.

El tema del perdón es tratado muy seriamente por Jesús, tanto por el hecho de que es prácticamente imposible no ser herido en algún momento por alguien, como por las enormes consecuencias de no perdonar física, emocional y espiritualmente. De hecho, entrar en el reino de Dios tiene mucho que ver con este tema, por lo que Jesús enseña a los de su tiempo y a nosotros hoy cómo comportarnos en tales situaciones con impacto eterno. La mejor motivación y argumento para ayudarnos a ofrecer perdón es la actitud de gratitud por el perdón que hemos recibido a través de la bondad de Dios. No debo rechazar el perdón de un prójimo que me ha hecho daño. El hecho de que yo mismo necesite continuamente el perdón de Dios, tal vez incluso diariamente, es también un argumento para perdonar, dando a mi prójimo lo que espero que Dios me dé: perdón.
La conclusión de la enseñanza de Jesús es que siempre debemos perdonar a cualquiera que nos ofenda, no importa cuánto nos haya hecho daño, ya sea que esté consciente y pida perdón, o ni siquiera sea consciente de que nos ha hecho daño. Sólo de esta manera nos beneficiaremos de entrar en el Reino.