Devocional Abril "Lámpara a Mis Pies"Sample

“Y puesto de rodillas, clamó a gran voz: Señor, no les tomes en cuenta este pecado. Y habiendo dicho esto, durmió" Hechos 7:60.

Esteban fue el primer mártir de la iglesia, es decir, la primera persona que murió por defender su fe. Sus últimas palabras nos dejan un gran legado sobre lo que es el verdadero carácter cristiano. A todas luces la muerte de Esteban era una total injusticia, su único delito era predicar la verdad del evangelio, y en días anteriores pudimos ver cómo incluso las autoridades del pueblo sobornaron falsos testigos para poder acusarlo. Esteban lo sabía, el pueblo lo sabía, las autoridades lo sabían, todo el mundo lo sabía.

Cualquiera de nosotros intentaría defenderse, pero las últimas palabras de Esteban fueron buscando misericordia para aquellos que lo condenaban. En su caso sabíamos que lo que expresó no fue algo fingido, sino que era el sentimiento más genuino de lo había en su corazón. Él sabía que su muerte lo reuniría con su amado Jesús, pero también sabía que si estás personas no conocían el evangelio, entonces serían condenadas eternamente. Esteban hubiera podido clamar por juicio o por venganza, pero clamó por misericordia. Ya su tiempo había llegado y dedicar sus últimas palabras para expresar odio, tristeza o rencor, no era el reflejo de lo que él era.

La lectura de hoy es una invitación para evaluar tu carácter. Evidentemente no estamos en la misma situación de Esteban, pero sé que nuestro corazón se endurece mucho cuando somos víctimas de alguna injusticia. Ese viejo hombre se levanta con sed de venganza y con deseos de ver el juicio.

Sé que el Espíritu Santo te va a llevar a perdonar a alguien, a soltar una carga y a ser consolado. La vida cristiana no se mide por lo vistoso o llamativo de un ministerio, sino por la calidad del carácter de cada creyente. Recuerda que el objetivo de leer la Biblia a diario no es solamente adquirir conocimiento, sino parecernos cada día más a Jesús, así como lo fue Esteban en su muerte.