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Un propósito que vale la pena  Seguir a Cristo es dar tu vida para cambiar el mundo con Él.  Cambiar el mundo suena como algo muy grande y fuera de nuestro alcance: pensamos que tal vez la gente poderosa o famosa puede cambiar el mundo, pero no nosotros... La realidad es que la mayoría de los seguidores de Jesús no cambian el mundo: muchos viven vidas buenas y van a la iglesia, pero casi siempre viven vidas normales.  ¿Cómo cambiamos el mundo con Jesús? ¿Qué significa cambiar el mundo con Él? Idea grande: “Cambiar el mundo con Jesús es cambiar la eternidad de otros.” Cambiar el mundo es ayudar a alguien que está lejos de Dios a encontrar paz con Dios, es guiar a otra persona por el proceso de buscar su camino a Dios, es demostrar a otros que hay un Dios que quiere — y puede — salvarlos de la vanidad de la vida y de la muerte. En la Biblia, Dios dice que cada persona tiene un problema primordial: el problema de todos es que somos hijos e hijas de la ira de Dios, destinados a una eternidad de castigo. Es por este problema que es tan importante cambiar la eternidad de otros.  La esperanza que Dios, Jesús y el Evangelio extienden a cada persona es que puede llegar a ser hijo de Dios — su destino eterno puede cambiar —. En vez de experimentar la ira de Dios, puede experimentar su amor; por el sacrificio que Jesús hizo en la cruz, Dios está dispuesto a adoptar y recibir en su familia a la persona que hoy está lejos de Él. Este es el mensaje de la Biblia: Todos nos hemos rebelado contra Dios, pero Él mandó a su hijo — Jesús — a este mundo en forma de hombre. Jesús vivió una vida perfecta y murió una muerte no merecida; con su sacrificio, Jesús pagó el precio de la rebeldía de los demás. Ahora, toda persona que decide entrar en Cristo por fe, arrepentimiento y bautismo recibe el perdón de sus pecados y adopción en la familia de Dios. En vez de ser hijo de la ira de Dios, puede ser hijo de Dios. Esta es la esperanza que Dios da a cada persona que está lejos de Él. El propósito del seguidor de Jesús es compartir este mensaje de paz con Dios con otras personas. Dios salva, pero Él ha escogido compartir su mensaje de perdón y reconciliación al mundo a través de sus hijos e hijas. Dios envía a sus hijos e hijas a hablar de Él a todos, con la esperanza de que algunos lleguen a “invocar el nombre del Señor” y así cambiar su eternidad.