SíguemeSample

Un reto  Seguir a Cristo no es sólo ser salvo, bueno y normal; Jesús nos extiende una llamada radical de seguirle, y seguirle es  vivir la vida como Él. Es vivir con su propósito. Es perder la vida por lograr su misión. Es dar la vida para cambiar el mundo con Él por cambiar la eternidad de otros. La razón que debemos vivir vidas radicales es para dar gloria a Dios, y es porque hemos recibido gracia de Él; no para intentar pagarle por nuestra salvación. En esta vida radical del seguidor de Jesús, Dios equipa a sus hijos para poder cambiar el mundo a través de su Espíritu Santo y de la comunión constante consigo. En términos prácticos, el seguidor de Jesús debe hacer lo siguiente: Dedicar su tiempo radicalmente al Reino de Jesús. Ser radicalmente generoso con su dinero. Ver cada amistad que tiene con otras personas como una oportunidad para ayudarles a conocer mejor a Cristo. Después de haber leído este estudio, ¿qué necesitas cambiar en tu vida para seguir mejor a Jesús? ¿Cuál es tu próximo paso? Si nunca has tomado la decisión de seguir a Cristo, tu próximo paso sería decidir seguirle por arrepentirte y bautizarte. Si ya te has entregado a Jesús, tu próximo paso es identificar cómo puedes aumentar tu nivel de compromiso y devoción al Reino de tu Señor. Lo haces por identificar en qué áreas de tu vida no estás viviendo con una entrega total — tu tiempo, tu dinero o tus amistades con otros —. Al escuchar a la guía del Espíritu, Él te guiará a rendir totalmente cada área de tu vida a Jesús. Una vez que sabes cuál es tu próximo paso, Dios espera que lo tomes. ¡No esperes más para seguir radicalmente a Cristo con toda tu vida! ¡Vivir una vida radicalmente entregada a la misión de Jesús es la mejor vida posible! Al unir tu vida con Jesús, te unes a algo mucho más grande que tu propia vida jamás puede ser: Sacrificas tu vida para ser parte de la redención y la restauración del mundo; trabajas juntamente con Jesús; ayudas a levantar el Reino eterno de Jesús, en vez de tu propio reino temporal; y almacenas tesoros en los cielos. Ayudas a otros a conocer a Jesús, y ayudas a las personas alrededor de tí a entrar en paz con Dios y a obtener la salvación que es en Cristo. Jesús te llama, te dice: “sígueme”. ¿Cómo le responderás?