June 2017 Cover TestimonySample

¿Qué Ves?
No mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas (2 Corintios 4:18).
En Génesis 15, leemos que el Señor le dio a Abraham la promesa de que sería padre de multitudes. Dios le prometió que su linaje sería muy numeroso sobre la tierra, y que todas las naciones tenían bendecidas en él: "Y lo llevó fuera, y le dijo: Mira ahora los cielos, y cuenta las estrellas, si las puedes contar. Y le dijo: Así será tu descendencia" (Génesis 15:5).
Sin embargo, Abraham, que aún respondía al nombre de Abram, cuestionó la posibilidad de que aquella promesa de Dios se fuese a cumplir, pues no tenía ningún hijo: "¿qué me darás, siendo así que ando sin hijo, y el mayordomo de mi casa es ese damasceno Eliezer?" (Génesis 15:2). La respuesta del Señor fue llamativa. Aquella noche, llevó a Abraham fuera, y le dijo: "Mira ahora los cielos, y cuenta las estrellas, si las puedes contar. Y le dijo: Así será tu descendencia"(Génesis 15:5).
El siguiente versículo dice que Abraham creyó, y que el Señor se lo contó por justicia (Génesis 15:6). Dios le ayudó a ver. Le mostró cómo mirar correctamente; y cómo usar su visión espiritual. Esto es lo que llamamos "ver realidades".
Al llevarle fuera en la noche, y pedirle que contará las estrellas, Dios le estaba invitando a ver las cosas más allá del plano físico, y a mirar con los ojos del espíritu. Esto es lo que estamos llamados a hacer en el cristianismo: a mirar y ver más allá de lo que nuestra visión óptica y nuestras mentes pueden percibir. Miramos con los ojos de la fe.
Somos descendientes de Abraham. Romanos 4:16 dice que Abraham, que es el padre de la fe, es padre de todos nosotros. Dios ya ha sentado el precedente con Abraham. Ahora tú también has de ver realidades. Crea tiempo conscientemente para desarrollar tu visión espiritual.
Dios ha puesto la eternidad en tu corazón (Eclesiastés 3:11). Dios te ha concedido una extraordinaria capacidad para contemplar, pensar, concebir y ver. Usa esta poderosa herramienta espiritual para dominar tu mundo. No hay límites al alcance y a la capacidad con la que puedes vivir. Lo que puedas alcanzar con tu visión, determina lo que puedes alcanzar con tu vida. Así pues, ¿Qué ves?
Oración
Querido Padre, gracias por tu Palabra, que me concede visión de la realidad. Yo soy descendiente de Abraham, y por lo tanto poseedor del mundo entero. Yo concibo y tomó posesión de salud divina, prosperidad, victoria, belleza y gloria en Cristo, en el Nombre de Jesús. Amén.
Estudio Más Amplio:
2 Corintios 5:7; Joel 2:28; 1 Corintios 2:11