Dios lo hará

Con Dios obtendremos la victoria; ¡Él pisoteará a nuestros enemigos!

Salmos 108:13

Del Salmo 106 al Salmo 108 encontramos un registro de todos los hechos portentosos que Dios hizo a favor de su pueblo: cuando los libertó de la esclavitud de Egipto, cómo los acompañó en el desierto dandoles maná y agua, proveyendo sombra de día y un fuego por la noche.

Dios los rescató a pesar que en Egipto no tomaron en cuenta sus maravillas; no tuvieron presente su bondad infinita y al llegar al Mar Rojo se rebelaron contra el SEÑOR.

Dios los salvó, haciendo honor a su nombre, para mostrar su gran poder (Salmos 106:8). Dios interviene a favor de su pueblo porque ha prometido hacerlo porque su amor le mueve a cuidarlo.

El carácter de Dios no cambia, sigue siendo el mismo. Esto debe llenarnos de gozo y alegría, de fortaleza y consuelo. Somos el pueblo de Dios al ser rescatados del dominio del pecado y habitar en el Reino de Su Amado Hijo (1 Pedro 2:9).

Podemos clamar junto con el salmista:

Recuérdame, SEÑOR, cuando te compadezcas de tu pueblo; ven en mi ayuda el día de tu salvación. Hazme disfrutar del bienestar de tus escogidos, participar de la alegría de tu pueblo y expresar mis alabanzas con tu heredad (Salmos 106:4-5).