Fútbol Americano Universitario y la BibliaSample

“Colt McCoy encuentra consuelo en un devocional después de lesionarse.”  BCS Juego de Campeonato: Alabama 37, Texas 21 (7 de enero, 2010) Se supone sería el mejor momento de la carrera de futbol americano universitario de Colt McCoy. En vez de eso, resultó ser uno de los peores.  Camino al Juego del Campeonato BCS, el entrenador en jefe Nick Saban y el primero en la clasificación, Alabama, eran los favoritos a ganar el título sobre el número 2 Texas. McCoy necesitaba tener el juego de su vida para que los Longhorns podría tener una oportunidad legítima.  Desafortunadamente, después de solo 5 jugadas, cualquier oportunidad de liderar a su equipo a la victoria fue abruptamente eliminada cuando el defensivo de Alabama, Marcell Dareus, tacleó a McCoy en una jugada diseñada por tierra. El golpe causó que el quarterback de último año sufriera un pellizco en el nervio del hombro con que lanzaba.  El resto del juego, McCoy se quedó indefenso en la banca mientras el quarterback novato Garrett Gilbert hizo su mejor esfuerzo por mantener vivas las esperanzas de Texas. Los Longhorns mantuvieron el juego cerrado al principio, pero Alabama explotó en el segundo cuarto para tomar la ventaja, llegando al medio tiempo con un marcador de 24-6. Texas luchó en la segunda mitad, pero el defensa Crimson Tide paró el último intento de recuperarse camino a una victoria de 37-21 por el trofeo del campeonato nacional. Después del juego, Brad McCoy encontró a su hijo sentado en su casillero. Pensaba que tal vez necesitaba consolación paternal a la antigua, pero en vez de eso el viejo McCoy encontró a su hijo jugador “All-American” leyendo un devocional. Fue un pasaje del Antiguo Testamento que saltó de las páginas y proveyó el tan necesitado consuelo en medio de un momento difícil:  “Bendito el hombre que confía en el SEÑOR y pone su confianza en él.” (Jeremías 17:7) En su contexto histórico, el versículo fue parte de un pasaje más largo donde el profeta comunicaba un mensaje de Dios al reino de Judá. Fue un tiempo oscuro en la historia de la gente. De acuerdo a la Biblia, lidiaban contra el gobierno de Babilonia pues fue su castigo por alejarse de Dios.  Aun ahí había esperanza en medio de la desesperación, alabanza en medio de los lamentos. Jeremías decía al pueblo de Judá que podían ser salvados si se resistían la tentación de confiar en el hombre y decidieron regresar sus corazones al Señor. Para McCoy, dejar de confiar en Dios nunca fue una opción. Pero ese versículo ciertamente lo ayudó a reafirmar que todo iba a estar bien.  “Definitivamente hay altas y bajas,” dijo McCoy al “Christian Sports Journal”. “Debes aprender a confiar en las relaciones a tu alrededor… Amo jugar fútbol, pero sin esas relaciones y sin esos principios que mis padres me enseñaron, no estaría donde estoy hoy. He enfrentado algunos desafíos, pero esto es en lo que confío, en mi fe y mi familia. Es lo que me ayuda durante los tiempos difíciles.”  Y tal como en varios momentos de su vida, la Biblia brindó a McCoy consuelo y paz en medio de las más decepcionantes circunstancias de su vida joven.