Fútbol Americano Universitario y la BibliaSample

 “Eric LeGrand confía en el Salmo 23 después de sufrir lesión paralizante durante un juego de futbol americano” Rutgers 23, Caballeros 20 (16 de Octubre, 2010) Para el defensa de los Rutgers Eric LeGrand, era una jugada de rutina que había realizado muchas veces anteriormente. Con 5 minutos y 10 segundos restantes en el último cuarto, LeGrand fue corrió por el campo en el estadio Meadowlands, (ahora el Estadio MetLife) en búsqueda del regresador de patada inicial, Malcom Brown, del equipo de los Caballeros. En ese entonces cometió el peor error en su carrera en el futbol americano. Bajó la cabeza justo antes de hacer contacto. El golpe fue violento, tan violento que rompió la clavícula de Brown. Pero lo primero que todos notaron fue la forma en que el cuerpo de LeGrand se puso rígido al caer en el suelo. Estaba paralizado abajo del cuello y luchaba por respirar.  LeGrand fue llevado al Centro Médico de la Universidad de Hackensack, donde le hicieron una cirugía de emergencia y pasó la noche en la unidad de cuidado intensivo. Se fracturó las vértebras c-3 y c-4. Los doctores dieron la devastadora noticia a la madre de LeGrand. Se había roto el cuello y p no volvería a caminar de nuevo. Durante el curso de varios días, LeGrand tuvo visitas, que incluyeron a su tía Cheryl y su tío Ariel. En una ocasión, el entrenador en jefe de los Rutgers, Greg Schiano estuvo ahí para unirse cuando se reunían alrededor de su cama para orar por un milagro. Y luego su tía le preguntó a LeGrand si podía leer el Salmo 23 para él.  “Casi no podía mover mi cabeza, así que estaba casi inmovilizado,” él recuerda. “Necesitaba esperanza durante ese tiempo de desesperación. Ella abrió su Biblia y leyó esas palabras con siglos de antigüedad, que calmaron mi alma preocupada.” El SEÑOR es mi pastor, nada me faltará; en verdes pastos me hace descansar. Junto a aguas tranquilas me conduce; me infunde nuevas fuerzas. Me guía por sendas de justicia por amor a su nombre. Aun si voy por valles tenebrosos, no temo peligro alguno porque tú estás a mi lado; tu vara y tu cayado de pastor me conforta. Dispones ante mí un banquete en presencia de mis enemigos. Has ungido con aceite mi cabeza; mi copa está rebosando.  Tu amor y bondad me seguirán todos los días de mi vida, y en la casa del SEÑOR viviré por siempre.  “Esas palabras elevaron mi espíritu, especialmente la parte sobre caminar en valles tenebrosos”, escribió LeGrand. “Porque era donde estaba, en el valle tenebroso. No creía que podría ser más tenebroso. Pero el salmista me recordó que el Señor estaba conmigo y su vara y su callado me confortaban.”  Las siguientes semanas fueron difíciles, pero finalmente LeGrand pudo respirar sin un ventilador y recuperó algo de movimiento en sus hombros. Él escribió un libro sobre su experiencia y continúa inspirando audiencias con su valiente testimonio de fe. El 11 de Julio del 2012, recibió “El Premio de Perseverancia Jimmy V” en los premios ESPYS.  Y cuando su alma está atormentada, regresa al poderoso pasaje del Antiguo Testamento de David, y recibe ánimo para esperar lo imposible.  “Yo creo que caminaré de nuevo. Es en serio,” declaró LeGrand valientemente uno año después de su accidente. “Cuando eso pase, ya sé que haré. Iré al estadio de los Gigantes y encontraré el punto exacto en el campo donde caí. Me acostaré por un segundo. Y luego me levantaré por mí mismo y me alejaré caminando.”