Una vida de intimidad con DiosSample

Que el diablo llore

¿Cuáles son las armas favoritas del diablo para arruinar nuestra vida espiritual?:

1. La desobediencia. El arma preferida del diablo para hacernos perder la libertad es el pecado. La desobediencia nos lleva a ser esclavos nuevamente de Satanás y del pecado. ¡No le des el gusto! Tienes el poder de arruinarle el día al diablo. Vive de tal manera que Dios se alegre y que el diablo llore.

2. La mentira. El arma más efectiva del diablo para hacernos dudar del amor de Dios es la mentira. Antes de que se manifestara la muerte existía la mentira. Y antes de que se expresara la mentira existía el mentiroso. El pasatiempo favorito del diablo es mentir. A Eva le mintió acerca del carácter de Dios. Siempre el diablo nos hace dudar del carácter amoroso de Dios. El diablo intentó sembrar semillas de dudas en el corazón de Jesús cuando lo tentó en el desierto y lo mismo hace con nosotros. Nos hace dudar acerca de nuestra filiación, nos hace sentir huérfanos. ¿Cuál es el mejor antídoto para que el diablo no nos haga dudar del amor de Dios? Los oídos cerrados. Sigue el ejemplo de Jesús que nunca quiso escuchar a los demonios. No dejes que te hablen porque te llenarán de incertidumbres. Tu mente se transformará en taller del diablo. Él siembra los malos pensamientos en nuestra mente. Eso no podemos evitarlo. Lo que sí podemos hacer es limpiar nuestra mente tan rápido como lleguen esos malos pensamientos, Jeremías 4:14. Según la Biblia la mente podría ser una cueva de víboras; un nido lleno de huevos de serpientes a quienes nosotros mismos estemos incubando. No resulta inofensivo e inocente proteger los malos pensamientos, Isaías 59:5. Si no los expulsamos rápidamente pueden envenenar todo nuestro ser, Isaías 55:7. ¿Qué clase de pensamientos llegan a tu mente? ¿Son de dudas y temor? No es una sorpresa. A menudo todo hijo de Dios enfrenta fuertes presiones espirituales. ¿Sientes grandes tormentos mentales como si una nube negra te envolviera? Quizás te sientes solo, no querido ni apoyado. Y no puedas pensar con claridad. Entonces presta atención a lo siguiente: el autor de esa confusión es el diablo. No asumas la responsabilidad por esos huérfanos espirituales. No te sientes sobre esa nidada de pensamientos basura. Dios es tu Padre y tú eres su hijo. Y eso es más que suficiente. Sí, eres hijo muy amado y grandemente bendecido.