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APRENDER A ORAR

Jesús siempre oraba; de manera privada o pública, por las mañanas o por las noches y aún por las madrugadas. Y sus discípulos lo veían por lo que se dieron cuenta que la oración es una necesidad para ellos. Ciertamente lo era para ellos y aun más lo es para nosotros. Uno de ellos pide a Jesús que les enseñe a hacerlo. Orar es hablar con Dios pero requiere de un aprendizaje y quien mejor que el Maestro para enseñarnos. Queridos lectores en este día debemos recordar dos bases de nuestra fe: 1) Orar es una necesidad y 2) Necesitamos ser enseñados a hacerlo.

La oración es la necesidad que abrirá la puerta al sustento de muchas otras necesidades, por esta razón podemos entender que la oración no es el último recurso de urgencia sino la primera arma para enfrentar los obstáculos de la vida.

Por otro lado, así como los discípulos, nosotros también debemos ser enseñados. Muchas veces no tenemos éxito en la oración porque hemos enfrentado la supuesta falta de respuesta a nuestra manera. No sabemos cómo enfrentar esos silencios que nos dejan en un valle de desconfianza, fracaso y desesperanza; pero tranquilos que con Jesús vamos a aprender a orar.

Oración: Dios necesito orar pero también necesito que me enseñes a hacerlo y no desistir en el intento. Abro mi corazón para recibir todo lo que viene de vos para crecer en esta comunión. En el nombre de Jesús, amén.