Eres mi todoSample

Mi ofrenda
Me has sacado de la incredulidad
Lejos de las multitudes, solos tú y yo
Y aquí tú me sanas
En los Evangelios, Jesús elogia repetidamente a las personas por su gran fe. ¿Qué es la fe? La Escritura dice: «Ahora bien, la fe es tener confianza en lo que esperamos, es tener certeza de lo que no vemos» (Hebreos 11:1 NVI). La fe es una entrega continua de confianza total. Depositamos nuestra confianza únicamente en Dios: en su naturaleza, carácter y fidelidad.
Marcos 7:31-37 narra la historia de Jesús que sanó a un sordo con problemas para hablar. El pasaje dice que llevaron a este hombre ante Jesús y la gente le rogó que le impusiera las manos para sanarle (v. 32). Curiosamente, Jesús entonces: «lo apartó de la multitud para estar a solas con él, puso los dedos en sus oídos y tocó su lengua con saliva» (v. 33). Jesús sanó a este hombre de forma cercana y personal, lejos de la multitud. Algunos estudiosos sugieren que una de las razones por las que Jesús apartó a este hombre de la multitud fue para alejarlo de la incredulidad de los demás. Esta historia, como muchas otras de los Evangelios, revela la respuesta de Jesús a la fe. Primero, nos saca de la incredulidad, lejos de las multitudes y luego se reúne con nosotros de forma personal.
Cuando te encuentras a solas con Jesús, ¿dónde está tu fe? ¿En quién está tu fe? La multitud llevó al hombre a Jesús, pero solo el hombre podía confiar en que Jesús le sanaría.
¿Dónde, en nuestras propias vidas, necesitamos que Jesús nos saque de nuestra propia incredulidad y de la de los demás para recibir, por la fe, todo lo que Él tiene para nosotros? ¿Dónde se ha vuelto rancia y hastiada nuestra fe? ¿Dónde necesitamos que Jesús reavive la fe en nuestra vida (Hebreos 12:2)?
¿Necesitas una fe fresca hoy? Una forma práctica de avivar la fe en nosotros es recordar la fidelidad de Dios hacia nosotros. A lo largo de la Escritura, se nos exhorta a recordar quién es Dios y lo que ha hecho. Se instó al pueblo de Israel a que reflexionara sobre todo lo que Dios había dicho, hecho y prometido. Nosotros recordamos la fidelidad de Dios hacia nosotros meditando en su Palabra, compartiendo nuestro testimonio, pensando en el carácter y la obra totalmente suficiente de Cristo y escuchando el testimonio de otros creyentes. Estas son tan solo algunas de las innumerables formas en que podemos recordar la fidelidad de Dios. Al hacerlo, se aviva nuestra fe y podemos ofrecer de nuevo nuestra vida y adoración.
About this Plan

Dios es digno de nuestra adoración. Este plan devocional, basado en el álbum "Eres mi todo" de ORU Worship, te animará a crecer en la fe y a ser transformado mientras reflexionas sobre los atributos y la gracia de Dios. Cada día, el plan relaciona las letras del álbum con las Escrituras para que te deleites adorando al Señor por encima de todo.
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