El Poder Espiritual De La ConsagraciónSample

La consagración abre puertas a la vida de comunión con Dios (Parte I)

Como cristiano, puedes pasar mucho tiempo teniendo una relación incorrecta con Dios y sin disfrutar la vida en abundancia que Jesús vino a darte.

Sin darnos cuenta, nos podemos pasar la vida haciendo el mismo tipo de oración todos los días, con muchas oraciones de peticiones terrenales y muy poca oración de comunión.

Esta realidad es una de las causas del porqué hay cristianos y ministros que no crecen en estatura espiritual, no maduran en la vivencia con Cristo.

Muchos cristianos y ministros todavía no comprenden que no es lo mismo tener una relación con Dios que tener una relación de comunión íntima con Él. No entienden que no es lo mismo orar que tener intimidad con Jesús.

La oración de comunión es la que te lleva a la intimidad, la que te hace crecer en estatura espiritual. Esta clase de oración te transporta a otra dimensión espiritual.

El problema es que la vida de oración ha estado guiada por la tierra y no por el cielo, buscando más las cosas de la tierra que las del cielo. Y esto se opone a lo que enseña Dios.

Debemos pedirle al Señor que nos entrene en la vida de comunión con Él. Que Dios eduque nuestro corazón para buscar más lo del cielo, que lo de la tierra. En síntesis, que corrija nuestras prioridades.

Veamos algunos ejemplos de enfoque de nuestras oraciones para la comunión con Dios. Deberíamos decirle: “Señor:

• Quiero estar Contigo.
• Quiero conocerte profundamente.
• Quiero aprender a caminar Contigo.
• Quiero que me des más entendimiento sobre la vida del Lugar Santísimo.
• Quiero percibir Tu voluntad.
• ¡Transfórmame! Quiero parecerme a Ti.
• Enséñame a dialogar Contigo.
• Afina mi sensibilidad espiritual para escuchar Tu voz, creerte y obedecerte”.

En resumen, comunión es decirle a Dios: “No vengo a pedirte nada. Tan sólo quiero estar Contigo, quiero ser Tu amigo. ¡Háblame, lo necesito!”

Si practicamos este enfoque, avanzaremos espiritualmente. Y, en un proceso de años, llegaremos a un nivel más alto de comunión, que es la amistad con Dios.

El asunto más importante para todo cristiano es asegurarse de tener una relación correcta, apropiada y satisfactoria con Dios. Esa relación te debe llevar a la comunión e intimidad con Él, a la amistad con Cristo.

Recuerda cuál es tu primer llamado: Vivir en comunión con Jesucristo.

Cuando se crece de Relación a Comunión, de Comunión a Intimidad, de Intimidad a Amistad con Cristo, entonces ya el Cielo prevalece sobre la tierra. Así tendremos más ministros y creyentes con una vida más olor a cielo que a tierra. Tendremos una Iglesia más espiritual que terrenal. En síntesis, una Iglesia más sobrenatural.

PRESENTAR AL SEÑOR HOLOCAUSTOS Y SACRIFICIOS DE COMUNIÓN

En el protocolo para entrar en comunión con Dios, debemos seguir el Principio Rector: Primero es el altar (el corazón). Segundo es la Comunión.

¿Qué es el altar?

• Mi corazón solo para Él.
• Mi vida rendida y consagrada al Señor.
• Mi vida que la ofrezco a Dios como sacrificio vivo y ofrenda agradable.
• Mi vida en permanente alabanza y adoración a Cristo.

Primero, paz con Dios. Luego, consagración y comunión con Él.

TALLER DE VIDA

1. Analiza tu tiempo de intimidad con Dios. ¿Tienes más oraciones llenas de peticiones terrenales o realizas más oraciones de comunión?
2. En este siglo 21, ¿qué sería o qué implica ofrecer al Señor sacrificios y holocaustos de comunión?

ORACIÓN

“Señor: Te pido que quites todo estorbo que me impide tener paz contigo. Dios, educa mi corazón para buscar más las cosas del cielo, que las de la tierra. ¡Corrige mi enfoque! Entréname en la vida de comunión contigo. Clamo para que me instruyas y me hagas crecer en la vida del altar y en cuidar muy bien mi corazón. Amén”.