El Poder Espiritual De La ConsagraciónSample

La Palabra de Dios es indispensable para la consagración y la libertad

Cuando aplicamos la verdad de la Palabra de Dios a nuestras vidas, se empieza a ver, en la práctica, una consagración o santificación progresiva.

Esto significa que se notará, cada vez más, que somos diferentes, apartados por el Señor para ser Sus instrumentos y que nuestro valor solo sale a la luz mientras permanecemos en comunión con Él y en Sus manos.

Por lo tanto, la Palabra de Dios no solo es indispensable para el hábito espiritual de leerla, sino que produce transformación y libertad, porque es “un encuentro cara a cara con el Dios Vivo” y es imposible toparnos con Él y permanecer iguales.

Esa transformación progresiva del creyente, junto con la libertad que proviene de sujetar cada área bajo el gobierno del Señor, se convierten en requisitos para ser ofrenda grata en la consagración.

Necesitamos pedirle al Espíritu Santo que nos abra el entendimiento para tener más hambre y sed de la Palabra, y que ésta produzca libertad, cambios, limpieza, sanidad y restauración permanente.

La libertad interior da como resultado una libertad externa para obedecer y honrar a Dios, porque Él pone en nosotros los buenos deseos de hacer Su voluntad, por medio de la operación santificadora del Espíritu Santo.

El Señor diseñó todo de antemano para que estemos bajo el nuevo régimen del Espíritu (que nos hace libres) y para que Su Palabra opere en nosotros como “la ley de la libertad” (si es que la ponemos en práctica).

TALLER DE VIDA

1. ¿Estás invirtiendo tiempo prioritario y estratégico en la verdad para que esta te consagre (santifique)?
2. ¿Los demás notan los cambios que se están produciendo en tu interior?
3. ¿Cuáles son esas “áreas no redimidas” que no has puesto bajo sujeción del Señor?
4. ¿Tus encuentros diarios con la Palabra están convirtiéndote en una persona más libre?
5. ¿La ley de la libertad está dando fruto de transformación en ti?

ORACIÓN

• Clama al Espíritu Santo para que genere en ti mayor hambre y sed por Su Palabra y para que seas bien obediente a Sus enseñanzas.
• Ora para que cuando leas y estudies la Palabra sea un encuentro cara a cara con Dios, que produzca una transformación diaria a tu vida.
• Haz una oración de rendición radical de todas las áreas de tu vida.