7 Reflexiones para el Diario VivirSample

Limpiando el corazón

Cuando hacemos algunos batidos o mezclamos algunas frutas, el vaso que utilizamos queda muy sucio, incluso, en ocasiones, para limpiarlo bien debemos utilizar mucho líquido y restregar muy bien. Lo que me lleva a pensar ¿qué podemos hacer para limpiar nuestro corazón?

Muchas veces pasamos por situaciones que marcan nuestro corazón, incluso puede llegar a ensuciarse poco a poco, con enojos, iras, rencores, como aquel vaso del batido con las diferentes frutas. Entonces, en este caso, el líquido para limpiar nuestro corazón es Jesús. La sangre de Jesucristo nos limpia de todo pecado (1 Juan 1:7), y por Su amor y misericordia, cuando le entregamos nuestra vida somos purificados.

En el mundo nos encontramos con muchas cosas que contaminan nuestro corazón, ¿cómo podemos mantenernos puros, sin contaminarnos? Claramente no podemos hacerlo por nosotros mismos, necesitamos de la fuerza que nos brinda Dios. Y, ¿dónde encontramos esto? En la Palabra de Dios, cuando leemos y ponemos en práctica Su Palabra, a través del Espíritu Santo, vamos limpiando y renovando nuestro corazón, y nuestro camino, aún con los problemas o piedras que podamos encontrar, será ordenado porque vamos agarrados de la mano del Todopoderoso. Como dice en Salmos 119:9 “¿Con qué limpiará el joven su camino? Con guardar tu palabra".

Ahora, ¿vas a permitir que Jesús limpie tu corazón? El Señor te espera con brazos abiertos, confía, porque Él permanece Fiel.