La Importancia de la OraciónSample

Semana 2 - Día 3
El Poder de la Oración
Lectura: Lucas 8:40–42, 49–56; Hechos 9:36–43
DEVOCIONAL: Hechos 9:40
Pedro pidió que salieran todos de la sala. Después, puesto de rodillas, oró y volviéndose hacia el cuerpo dijo: —¡Tabita, levántate! Tabita abrió los ojos y al ver a Pedro se incorporó.
Pedro mostró una gran fe cuando fue a ver a Tabita, una fiel cristiana que había muerto.Los eventos que rodearon la muerte de Tabita se describen de una manera muy similar a la historia de la hija de Jairo en Lucas 8. Tanto la hija de Jairo como Tabita ya habían muerto.Ambos eventos habían atraído a una gran multitud de dolientes. En ambos casos, la multitud fue expulsada de la sala. Dado que Lucas escribió tanto el Evangelio de Lucas como el Libro de los Hechos, es probable que las similitudes no sean una coincidencia.
Pedro fue testigo de la resurrección de la hija de Jairo. Vio cómo Jesús la resucitaba de entre los muertos.El vio a Jesús hacer muchos más milagros que este, pero esta vez, él era el que necesitaba ejercer una gran fe. Pedro se arrodilló y oró.Antes de intentar resucitar a Tabita, buscó al único que tenía poder sobre la muerte. Luego, usó las mismas palabras que Jesús usó para resucitar a la hija de Jairo: "¡Levántate!"
Pedro no confió en su propia fuerza para hacer un milagro. Él buscó a Jesús en oración.Sabía lo que podía hacer el poder de la resurrección de Jesús, y creía que el mismo poder estaba presente en él a través del Espíritu Santo.
Puede que no tengamos el privilegio de ver a Jesús realizar milagros frente a nosotras, pero tenemos el privilegio de mirar hacia atrás la fidelidad de Dios. Podemos estar seguras de la fidelidad de Dios para contestar la oración hoy porque Él nos ha respondido en el pasado.Ha resucitado nuestros corazones muertos. Ha reconciliado relaciones. Ha sanado los cuerpos. Ha cambiado corazones. Ha proporcionado trabajos. Ha abierto úteros. Y puede hacerlo una y otra vez.
Jesús todavía hace milagros hoy. Podemos esperar que Él vuelva a hacer lo imposible.
Oración
Dios Padre, Tú eres el Dios de mis imposibles. Señor, ven a las áreas de mi vida donde he perdido la esperanza y la fe. Señor, demuestra Tu gran poder y fidelidad para restaurar las cosas rotas y fallidas en mi vida para que puedas ser glorificado. Ayúdame a soltar pacíficamente cualquier cosa que no esté en Tu voluntad que yo tenga. En el nombre de Jesús, amén.
About this Plan

La Oración es una oportunidad de experimentar una comunión con Dios, que nos permite acercarnos en cualquier momento. La oración es importante porque enfoca nuestros ojos en Jesús, nos da fuerza, nos acerca a Dios, trae consuelo, produce paz y enciende nuestro amor por Dios. La oración es un lugar de refugio en tiempos de tristeza y dolor, un lugar de curación para los maltratados y heridos.
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