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Cuando formas parte de un grupo de amigos, es natural que de vez en cuando experimentes tensión en esas relaciones. Diferentes personas aportan diferentes ideas, pensamientos y perspectivas, lo que puede generar conflictos. Pero en medio de estas tensiones, podemos seguir el ejemplo de Jesús y ser pacificadores. Podemos buscar oportunidades para construir puentes con otras personas y no construir muros que nos dividan. No tenemos que ignorar el problema, pero podemos sentarnos y escuchar lo que otras personas tienen que decir y buscar soluciones a las dificultades en nuestras relaciones. Ser un pacificador significa trabajar para hacer las cosas bien y no permitir que las tensiones creen una distancia entre nosotros y otras personas. 

¿De qué manera puedes ser un pacificador esta semana?