Introducción

Como padres, a menudo tratamos de alejar a nuestros hijos del peligro al contarles sobre nuestras experiencias, y al instruirlos con la sabiduría obtenida de los años de lecciones aprendidas. El apóstol Pablo adopta un enfoque similar con Timoteo, a quien trataba como a un hijo. Pablo elogia a Timoteo por seguir ardientemente sus enseñanzas y prestar mucha atención a su conducta, fe, paciencia y resistencia a través de la persecución y el sufrimiento (2 Timoteo 3:10–11), y luego le indica a Timoteo que mantenga ese rumbo.

Orar

Dios, gracias por tu guía durante toda mi vida. Ayuda a mis hijos a descubrir que puedes guiarlos de la misma manera.

Leer

Pablo le da a su hijo en el evangelio instrucciones finales sobre cómo vivir una vida santa.

2 Timoteo 3:16

Reflexionar

Pablo era como un padre para Timoteo, y le escribe desde un lugar de experiencia. Le advierte a Timoteo que no se quede atrapado en argumentos sin sentido, y le ordena que se aferre firmemente a las buenas lecciones que le han enseñado. Especialmente, Pablo trata de preparar a Timoteo para los días difíciles, y lo alienta a mirar la Palabra de Dios para obtener instrucciones sobre cualquier cosa: enseñanza correcta, verdad, corrección. Como padres, podemos compartir la misma instrucción con nuestros hijos.

Responder

Dependiendo de la edad de tus hijos, escribe el enfoque de la Escritura de hoy en una nota adhesiva y colócala en un lugar donde la vean con frecuencia. Puedes comprar una tarjeta de felicitación en blanco y escribir el versículo en ella, o pueden enfocarse en el versículo durante un ejercicio de devocional familiar.