Retos y oportunidades que tenemos como iglesiaSample

## ¿A qué estamos llamados de parte de Dios? Estamos llamados a abrir los ojos de aquellos que están en ceguera. Pero para abrir lo ojos de otros debemos ver la luz de Dios, sin embargo, siendo ciegos tratamos de abrir los ojos a los demás quienes también están ciegos.  No podemos ser ciegos guiando a otros ciegos. Si el Señor no edificare la casa, en vano trabajan los que la edifican, Salmo 127:1. No se trata de cuánto podamos o queramos hacer, se trata de cuánto nuestro corazón se debe disponer a la obra de la cruz en nosotros. Entonces, veremos un cambio notorio, efectivo, que empieza desde nuestro propio entorno, nuestra propia realidad. Volvamos el corazón al Señor, volvamos el alma al Señor, volvamos la mente al Señor, rindamos nuestro corazón al Señor. La luz del Señor está disponible para todos y cada uno de nosotros, pero no debemos ser rebeldes a ella, es necesario inclinarnos a ella, someternos a ella. Desechemos todo aquello que no permite que la palabra implantada crezca. Esa palabra puede salvar nuestras almas y nuestros corazones. Que sea una experiencia viva y real en nuestros corazones, en nuestra vida a cada momento y en todo lugar. Cuando esto es así, no importan los retos o desafíos que se puedan experimentar, entonces veremos hecho realidad en nuestra vida que mayor es el que está en nosotros que el que está en el mundo. Experimentaremos que la batalla no es de nosotros, sino del Señor. Necesitamos experimentar todo esto en el corazón, necesitamos participar de esta realidad en el corazón. No creer que ya hemos llegado, cuando a lo mejor recién empezamos a caminar. No creer que ya estamos adelantados, porque puede ser que lo estemos según nuestra propia medida, pero en realidad, no se sabe si estamos avanzados según la medida del Señor. ¿Qué nos importa más, nuestra medida o la medida del Señor? Definitivamente la medida del Señor es la que determina todo en nuestra vida. Por tanto, quédate con el reto de Dios. Este reto es que lleguemos a ser testigos suyos a todos los hombres. Señor que cada corazón se disponga a morir a sus propias ideas y conceptos, para que veamos tu luz que está disponible para todos, nos sometamos a su dirección, para no seguir siendo ciegos que hacen lo que desean, sino que se inclinen ante ti y tú te formes cada día más en nosotros. Que tu palabra Señor crezca cada día y se manifieste a través de nuestras vidas. Que el cuerpo de Cristo, que es un cuerpo vivo, manifieste al mundo al Cristo vivo. Este plan devocional se basó en la predicación del pastor Arnold Ballesteros, si desea ver el video, siga este enlace [ Clic aquí ]( https://www.youtube.com/watch?v=Ts57lrpQduU)