Cómo librarme del dominio del pecadoSample

## Los renacidos no estamos en tinieblas Pablo escribió acerca del efecto dominante del pecado, al explicar que los pecadores están vendidos al pecado. No hacen lo que quieren, sino «lo que aborrecen», eso hacen. El factor que ejerce dominio de sus vidas es «el pecado que mora» en ellos. Dios, por medio de Jesucristo, libra de los poderes satánicos y de la muerte espiritual a los que son esclavos del pecado. Dios los libra de la potestad de las tinieblas, del dominio del pecado, y los traslada al reino de luz. Los renacidos no están en tinieblas y no deben tener comunión con las obras de las tinieblas. Esto fue lo que Pablo expresó acerca de los salvados: «... en otro tiempo erais tinieblas, mas ahora sois luz en el Señor; andad como hijos de luz»; «... Porque todos vosotros sois hijos de luz e hijos del día; no somos de la noche ni de las tinieblas». Pedro también usó la metáfora de las tinieblas frente a la luz. «Dios... os llamó de las tinieblas a su luz admirable». Podemos disfrutar de esta victoria porque Dios nos ha trasladado al reino de su amado Hijo. Ser trasladado, significa ser llevado de un lugar a otro, o ser persuadido a aceptar un punto de vista diferente. También implica la idea de ser trasplantado de un ambiente a otro, ya que Cristo nos arrancó del sistema de iniquidad, al quitar de los creyentes la naturaleza pecaminosa; y desconectarnos de toda forma de pecado que alimenta nuestros pensamientos, y ha traslado a su reino, para instalarnos una nueva naturaleza; que se alimenta de la Palabra de Dios. Tanto la palabra «librado», como la palabra «trasladado», para estos creyentes, habían tenido lugar en el pasado. Es decir, que tal realidad es un hecho ya concretado por la obra perfecta de Cristo y aplicado a cada creyente en su experiencia presente y futura. Cuando se afirma que los creyentes ya han sido llevados al reino del amado Hijo de Dios, eso que está en su plenitud adelante de ellos, ha llegado a ser verdadero para ellos. Por anticipación que es una verdadera experiencia y no una ficción legal, han recibido aquí y ahora, la gloria que aun ha de manifestarse.