Cómo librarme del dominio del pecadoSample

## Orar con propósito trae productividad Pablo entonces detalla aún más lo que involucra conocer la voluntad de Dios y caminar dignamente en el Señor. Los creyentes llevan fruto en toda buena obra. El evangelio ha llevado fruto al producir acciones piadosas en los colosenses, y Pablo ahora ruega para que ellos puedan ser fructíferos en todas las cosas que hacen. La expresión «llevando fruto», es la palabra compuesta «karpophorountes», que es la combinación de «karpos»: fruto; «phoreo»: llevar. La idea es reproducir algo que se ha puesto en mí. El fruto lo produce el Espíritu Santo en los creyentes, y ellos son el instrumento que lo llevan y manifiestan por medio de una clase de vida justa. Dios es glorificado por los que llevan mucho fruto. Existe diversidad de fruto que se espera de los hijos de Dios. El fruto del Espíritu que se menciona en Gálatas 5, es único e indivisible y tiene como fin formar y reproducir el carácter de Cristo en el creyente. Los frutos de justicia que se mencionan en Filipenses 1; son las manifestaciones en todos los asuntos de la vida, del carácter justo de los creyentes quienes llevan a cabo las buenas obras que Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas. Y por último, en Romanos 15 se menciona el fruto que se produce al ganar vidas para el reino y ver el avance de su fe en el propósito de su salvación. Cuando tenemos entendimiento espiritual, poseemos cualidades piadosas y tenemos vidas orientadas al servicio, para influir en otros con el fin de que honren a Cristo. Los creyentes que viven para agradar a Dios, son productivos integralmente. Ser fructíferos y productivos en la vida, no es un asunto de suerte o para gente seleccionada, sino un derecho y facultad que tienen todos los hijos de Dios por causa de su diseño natural; y de su elección especial. El conocimiento de Dios y los principios del reino nos hacen productivos y reproductivos, para llevar fruto, más fruto y mucho fruto que es permanente y progresivo.