ខគម្ពីរពេញនិយមពី Hechos 4

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¡En ningún otro hay salvación! No hay otro nombre bajo el cielo que los hombres puedan invocar para salvarse.

Después de esta oración, el edificio donde estaban reunidos se estremeció y quedaron llenos del Espíritu Santo, y se entregaron a predicar con arrojo el mensaje de Dios.

»Ahora, oh Señor, mira sus amenazas y concede a tus siervos que con confianza prediquen tu palabra; y envía tu poder sanador para que muchos milagros y maravillas se realicen en el nombre de tu santo hijo, Jesús».

Él es “la piedra que rechazaron los edificadores, y que se convirtió en cabeza de ángulo”.

Ante la elocuencia de Pedro y Juan, y viendo que eran hombres sin muchos estudios, los miembros del concilio se maravillaron y reconocieron que habían estado con Jesús.

Todos los creyentes estaban unidos enteramente en alma y corazón, ninguno tenía por suyo lo que poseía, sino que lo compartía con los demás.