¿Qué Nos Pasó En El Edén?- Psicología De La CaídaMuestra

AYUDA IDÓNEA, ALIADA FUERTE
El segundo relato, en que nos detendremos ahora, nos abre la puerta a algunas realidades:
- al principio la mujer aún no estaba, sino que fue creada después;
- sucede ante una realidad que el texto destaca sin ambages: «No es bueno que el hombre esté solo».
- Adán estaba carente de una ayuda idónea («aliado fuerte», destaca el hebreo) que los demás seres vivientes tenían, y sin la cual el encargo que vemos en el primer relato no podría cumplirse. Faltaba algo, pero no era un «despiste de Dios». Siempre hay propósito en Sus tiempos.
La presencia de la mujer, por cierto, habría de ser mucho más que solamente complemento de género para la sexualidad y la reproducción que el resto de los seres vivientes ya podían desarrollar. La palabra para designar el tipo de ayuda idónea que la mujer sería, «ezer», es la misma que se emplea para denominar a Dios como nuestro «Ayudador».
Tal matiz no es pequeño, porque hace evidente que no implica jerarquía y su sentido es mucho más de tipo «envolvente», como quien «abraza» o «rodea» a quien ayuda. Es un aliado fuerte.
A pesar de esto, la sexualidad y la maternidad es a lo que la mujer, desgraciadamente, ha quedado relegada muy a menudo como si fuera su única función. Esto genera profundo rechazo y confusión, y no porque la esencia de sexualidad y maternidad sean malas (eso es lo que muchas feministas no entienden), sino por el mal uso que se les ha dado tantas veces.
Volvamos al relato de Génesis 2 para seguir revisando algunos detalles:
- Dios crea de la tierra a todos los animales y los trae a Adán para ser nombrados.
- Ese hecho pone de manifiesto de forma aún más clara la ausencia de ayuda idónea, porque para él no se encontró tal cosa después de haber terminado la tarea.
- Ahí, Dios trae un sueño profundo sobre Adán y, de su misma carne y huesos –no de la tierra, aunque él estuviera formado de ella–, hace una mujer.
- Una vez creada, ella es traída ante Adán, que exclama «Esto es ahora hueso de mis huesos y carne de mi carne: esta será llamada Varona, porque del varón fue tomada».
¿Existe mayor declaración de igualdad que esta?
¿Podemos, desde esa idea de «aliada fuerte», mejorar nuestra concepción sobre cómo caminar y construir juntos, hombres y mujeres, imitando a nuestro «Ayudador»?
Acerca de este Plan

Lo sucedido en el Edén nos ha marcado como especie. Del disfrute absoluto en compañía del Creador al cataclismo total con consecuencias de muerte que aún sufrimos y se heredan… hasta que Él venga. Los principios destilados de la Creación son fundacionales para comprender mucho del carácter y la mente de Dios. Al mirar al primer hombre y la primera mujer, por otro lado, podemos entendernos un poco mejor a cada uno de nosotros. Como psicóloga además de cristiana, me parece apasionante, así que te animo a acompañarme de vuelta al Edén para reflexionar sobre qué pasó con nosotros allí.
More
Nos gustaría agradecer a Lidia Martín por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: linktr.ee/LIDIAMARTINPSICOLOGA









