¿Qué Nos Pasó En El Edén?- Psicología De La CaídaMuestra

¿A DÓNDE NOS LLEVA EL EDÉN HOY?

Hay evidentemente mil consideraciones más que podríamos hacer respecto a lo sucedido en el Edén, pero el espacio de un plan devocional en 30 días nos pone claras limitaciones.

Sirva todo esto simplemente como aperitivo para entender que los relatos del Edén, junto con otros textos bíblicos que hablan del hombre y la mujer, y las relaciones entre ellos, además de con Dios, no son una cuestión secundaria o de menor categoría en nuestra comprensión de la Palabra o la teología sino, muy por el contrario, un plato fuerte que nos habla de cuestiones que no podemos tratar como irrelevantes:

• Nos habla del carácter de Dios (¡nada menos!),
• de su diseño original para nosotros y nosotras (como mayordomos en el gobierno de Su creación),
• del futuro escatológico que como iglesia tenemos en Cristo (donde todos, hombres y mujeres redimidos somos la esposa del Cordero),
• o de la redención que Dios nos ha regalado (y que no puede ser diferente para hombres y mujeres, pero que no se comprende igual según leamos los textos que nos han ocupado y otros muchos que hemos dejado fuera).

Estos son solo algunos asuntos vitales que nos dan una idea de lo que estamos manejando. Quien sigue pensando que «el tema mujer» es uno de segundo orden, no solo no ha comprendido nada de lo anterior, sino que tampoco identifica que no hay tal cosa como un «tema mujer», sino que hablar de ella es hablar, ineludiblemente, del varón y del ser humano, como no puede ser de otra forma.

Así de interrelacionados estamos. ¡Cuánta luz arrojan estos detalles que hemos revisado sobre cuestiones como el amor y el respeto, por ejemplo, tan malentendidos por siglos!

• ¿Cómo no se le va a recordar al varón que ame y cuide a aquella que se le dio como regalo? No solo entre esposos debería primar esto. La mujer en general es un regalo para el varón en general, y somos guardianes el uno del otro delante de Dios, no solo en el matrimonio.
• ¿Cómo no recordarles a ellas, por otro lado, que respeten, siendo que en su momento fueron por libre, y mucho más desde que hay enseñoramiento, porque lo fácil es revolverse con agresividad ante el daño recibido? No usemos las mujeres, ante la injusticia, tantas de las armas que hemos venido denunciando y criticando en los varones desde tiempos inmemoriales.

El ejemplo de Cristo nos llama siempre a algo mucho mejor. Que la verdad, la justicia y, por encima de todas las cosas, el amor de Dios, brillen en nosotros, mujeres y hombres, para gloria Suya y bendición al mundo que nos observa.

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