El valor de vivir una vida equilibradaMuestra

Consideraciones para desarrollar equilibrio en nuestra vida – parte II
- Tenemos que abordar el equilibrio con equilibrio. Eso implica tener en balance mis dimensiones esenciales: espiritual, física, intelectual y emocional. La vida es como una mesa de cuatro patas. Si una pata está desbalanceada, al final toda la mesa terminará en desequilibrio. Lo que ocurre en una dimensión afecta al resto. Las dimensiones de nuestra vida se afectan recíprocamente. Por lo tanto, debemos darle atención y tiempo a cada dimensión.
- Tener equilibrio no significa hacer grandes cosas, los pequeños detalles cuentan. Pequeñas inversiones en lugares correctos, generan satisfacción en muchas áreas, como cuando invertimos tiempo de calidad con la gente que apreciamos.
- No podemos pretender tenerlo todo. Cada decisión siempre implica una ganancia, pero también una renuncia. Hay que saber cuándo decir no, cuando parar; y cuando si vale la pena involucrarse. Quizás estemos invirtiendo demasiado tiempo en actividades no productivas al punto de que estén fuera de control; quizás estamos siendo muy perfeccionistas con alguna actividad. Necesitamos revisar nuestros límites y no sólo nuestro tiempo para lograr ser más efectivos y equilibrados.
- La mayoría de nosotros dedicamos demasiado tiempo a las cosas urgentes y no dedicamos lo suficiente a lo que es importante (Stephen R. Covey). Esto significa que necesitamos aprender a prioriza aquellas tareas que realmente nos aportan valor y son significativas en nuestra vida. Para que así el día a día transcurra intencionalmente atendiendo nuestras áreas vitales.
- El equilibrio comienza por priorizar desde adentro. El equilibrio no proviene del exterior sino del interior. Tenemos que definir y jerarquizar que es importante en nuestra vida, según nuestro sistema de valores. Nada ocurre afuera si no está definido y afirmado desde adentro.
- A veces nuestras vidas están muy atareadas y sobrecargadas de actividades y compromisos. Necesitamos simplificar nuestra vida, lo cual implica elegir un modo o estilo de vida centrado en las cosas esenciales.
Acerca de este Plan

La vida sana y funcional tiende al equilibrio. Vivir sabiamente deriva de vivir con equilibrio. El equilibrio es fundamental para la salud física, emocional y espiritual y la efectividad personal. Por el contrario, la falta de equilibrio trae inestabilidad, inefectividad, desgaste físico, psicológico y espiritual. Una persona funcional y equilibrada es aquella que es capaz de hacer que todo lo que se es y hace que funcione de manera armónica.
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Nos gustaría agradecer a Arnoldo Arana por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://vidaefectiva.com/