Génesis 3:1, 2, 4, 5, 6
Génesis 3:1 NVI
La serpiente era más astuta que todos los animales del campo que Dios el SEÑOR había hecho, así que preguntó a la mujer: —¿Conque Dios les dijo que no comieran de ningún árbol del jardín?
Génesis 3:2 NVI
—Podemos comer del fruto de todos los árboles —respondió la mujer—.
Génesis 3:4 NVI
Pero la serpiente dijo a la mujer: —¡No es cierto, no van a morir!
Génesis 3:5 NVI
Dios sabe muy bien que cuando coman de ese árbol se les abrirán los ojos y llegarán a ser como Dios, conocedores del bien y del mal.
Génesis 3:6 NVI
La mujer vio que el fruto del árbol era bueno para comer, y que era atractivo a la vista y era deseable para adquirir sabiduría; así que tomó de su fruto y comió. Luego dio a su esposo, que estaba con ella, y él también comió.