Oraciones poderosasMuestra

ORACIONES PERDONANDO.

“Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial” (Mateo 6:14 RVR1960).

Partimos con este versículo que nos dice algo que Jesús nos indica que hagamos: PERDONAR. Y, es que, perdonar no se trata sólo de hacerlo para que nos perdone Dios a nosotros (haciéndolo de corazón), sino que también nos desata de mucho mal hacia nuestro interior.

Es necesario perdonar. Si Dios no nos perdonara por nuestros pecados… ¿Qué sería de nosotros? No tendríamos oportunidad de salvación. Por lo tanto, Cristo nos dio una lección cuando perdonaba en numerosas ocasiones a pecadores, a sus agresores y sus perseguidores: “Y Jesús decía: Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen. Y repartieron entre sí sus vestidos, echando suertes” (Lucas 23:34 RVR1960); “Y a ella le dijo: Tus pecados te son perdonados” (Lucas 7:48 RVR1960). No olvidemos de su importancia y de las veces que Jesús insistía en que perdonasen: “Entonces se le acercó Pedro y le dijo: Señor, ¿cuántas veces perdonaré a mi hermano que peque contra mí? ¿Hasta siete? Jesús le dijo: No te digo hasta siete, sino aun hasta setenta veces siete” (Mateo 18:21-22 RVR1960); “Y si siete veces al día pecare contra ti, y siete veces al día volviere a ti, diciendo: Me arrepiento; perdónale” (Lucas 17:4 RVR1960).

Hay muchos beneficios psicológicos en perdonar, no sólo se trata de un mandamiento para ser perdonado al igual que perdonas, no te ata de nada y no das lugar al enemigo a alimentar tu ego. Piénsatelo, al igual que Dios es misericordioso con nosotros, nosotros debemos serlo con nuestro prójimo.

En las oraciones es bueno pensar en aquel en quien te hizo daño o pecó contra ti y perdonarlo de corazón, y si te costare, no dudes en pedirle a Dios que te enseñe a perdonar al prójimo de corazón y evitar todo mal posible.

Recuerda: “Mirad por vosotros mismos. Si tu hermano pecare contra ti, repréndele; y si se arrepintiere, perdónale” (Lucas 17:3 RVR1960).

Alabado sea el Dios que está en los cielos glorificado por los siglos de los siglos, amén.

ORACIÓN.

Padre, sé que a veces el orgullo me hace fallar o no me hace ser correcto. Aprovecho el momento para pedirte perdón por ello, para darte las gracias por hacerme ver que estaba equivocado y para perdonar a aquellos que me ofenden.

Porque la Palabra dice que hay que perdonar para que mi padre celestial me perdone de la misma manera. Perdono si pecan contra mí, perdono cualquier insulto o mala palabra porque, Tú, Cristo, nos perdonaste todas las cosas y tenemos que tener ejemplo de Ti. Tú Palabra dice que hay que perdonar hasta setenta veces siete.

Tan sólo voy a pedir que se haga Tu voluntad sobre todas las cosas pero que me ayudes a perdonar como sólo Tú sabes hacerlo.

Seas enaltecido por los siglos de los siglos, amén.