Oraciones poderosasMuestra

AYUNO Y ORACIÓN.

El ayuno es poderoso, el ayuno combinado con oración puede acarrear que Dios escuche tu clamor y te ayude o ayude a alguien por el que estés orando: “Ayunamos, pues, y pedimos a nuestro Dios sobre esto, y él nos fue propicio” (Esdras 8:23 RVR1960).

El ayuno se hace en secreto, no es algo que se deba publicar a los cuatro vientos, es como dijo Jesús: “Cuando ayunéis, no seáis austeros, como los hipócritas; porque ellos demudan sus rostros para mostrar a los hombres que ayunan; de cierto os digo que ya tienen su recompensa. Pero tú, cuando ayunes, unge tu cabeza y lava tu rostro, para no mostrar a los hombres que ayunas, sino a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público” (Mateo 6:16-18 RVR1960).

El ayuno mata a la carne y te hace crecer en espíritu. El ayuno puede ser de muchas maneras, cualquier cosa del mundo que te prives para someterte a Dios es un ayuno pero un ayuno completo consiste en no ingerir alimento o líquido y estar firme en oración constante, clamar a Dios y derramar tu espíritu. Él escuchará: “Claman los justos, y Jehová oye, Y los libra de todas sus angustias” (Salmos 34:17 RVR1960).

Yo cuando ayuno, me aparto para el Señor: escucho alabanzas, leo la Biblia, oro sin cesar, recito salmos, hago devocionales, estudio la Palabra, me congrego, hablo de Dios… Cuando se ayuna es conveniente apartarse del mundo y crecer junto al Señor.

Si nunca has hecho un ayuno, comienza poco a poco restringiéndote de cosas, no quieras hacerlo todo de vez y mucha cantidad.

Cuando se comienza el ayuno, se hace una oración en el que presentas el ayuno al Señor diciéndole que vas a hacer un ayuno y por qué, qué vas a hacer durante el ayuno y qué no vas a hacer. Una vez terminado el ayuno, se hace una oración de entrega de ayuno en el que, con amor, le entregas el ayuno y le pides (además de hacer acción de gracias y orarle con humildad).

A Dios le gusta estos gestos pues te apartas del mundo para estar más cerca de Él.

Alabado sea el Señor por los siglos de los siglos, amén.

ORACIÓN.

(Presentación del ayuno)

Bendito Padre, en esta hora voy a bendecirte y comunicarte que voy a comenzar un ayuno para Tu gloria y para crecer junto a Ti. Aléjame del mal y del pecado, hazme ser puro durante el ayuno, permíteme hacerte sentir orgulloso, déjame acercarme a Ti, deléitame con Tu presencia y ayúdame. Hágase Tu voluntad sobre todas las cosas.

Seas enaltecido por los siglos de los siglos, amén y amén.

(Entrega del ayuno)

Amado Señor, te hago entrega de este ayuno en el que me he abstenido del mundo para acercarme a Ti. Te lo entrego con amor, espero que sea aroma grato para Ti. Que se haga Tu voluntad y este ayuno haya servido para alegrarte y permitirme crecer a Tu lado.

Bendito seas por los siglos de los siglos, amén y amén.