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ORACIÓN POR PROTECCIÓN.

Toda protección viene de Dios, toda justicia viene de Él, la Palabra lo corrobora: “Porque siervos somos; mas en nuestra servidumbre no nos ha desamparado nuestro Dios, sino que inclinó sobre nosotros su misericordia delante de los reyes de Persia, para que se nos diese vida para levantar la casa de nuestro Dios y restaurar sus ruinas, y darnos protección en Judá y en Jerusalén” (Esdras 9:9 RVR1960); “El que habita al abrigo del Altísimo Morará bajo la sombra del Omnipotente” (Salmos 91:1 RVR1960); “Así dijo Jehová: Guardad derecho, y haced justicia; porque cercana está mi salvación para venir, y mi justicia para manifestarse” (Isaías 56:1). Es por eso que podemos pedir protección a Dios cuando oremos: “Guárdame, oh Dios, porque en ti he confiado” (Salmos 16:1 RVR1960).

Es necesario saber que los mismos apóstoles fueron protegidos por Dios en más de una ocasión, como fue en caso del cántico de Pablo y Silas que desató un terremoto que desencadenó a éstos en Hechos 16:26: “Entonces sobrevino de repente un gran terremoto, de tal manera que los cimientos de la cárcel se sacudían; y al instante se abrieron todas las puertas, y las cadenas de todos se soltaron”; o, en el Antiguo Testamento, en Daniel 6:22, se narra lo siguiente: “Mi Dios envió su ángel, el cual cerró la boca de los leones, para que no me hiciesen daño, porque ante él fui hallado inocente; y aun delante de ti, oh rey, yo no he hecho nada malo” (RVR1960).

Una oración te puede proteger de muchas cosas. Hay veces que en el ambiente puede haber un entorno turbio, una inexplicable discordia, y, hablando desde mi experiencia, puedes orar y pedir protección y reprender, y el resultado puede ser maravilloso siendo Dios con su presencia el que da paz al lugar. 1 Crónicas 16:11 dice: “Buscad a Jehová y su poder; Buscad su rostro continuamente” (RVR1960) y Romanos 8:37-39 dice: “Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro” (RVR1960).

No os desaniméis en momentos difíciles, confiad en Dios porque Él te protegerá de cualquier cosa que te atormente.

Exaltado sea nuestro Dios querido y glorificado por los siglos de los siglos, amén.

ORACIÓN.

Señor, bendito seas, la Palabra dice dame fianza, oh Dios; sea mi protección cerca de ti. Porque ¿quién querría responder por mí? Te necesito conmigo, Señor, y doy gracias de que esté bajo Tu protección y amparo, porque en Ti, oh Dios mío, puedo confiar.

Tú nos enseñaste a perdonar y a amar, ¿cuánto más puedo pedir? Gracias, Señor, por este regalo y aprovecho para perdonar y pedir perdón. Tu misericordia no tiene límites, eres un Dios bueno que tiene pensamientos de esperanza para mí y yo te alabo y adoro por ello.

Te pido que nunca te alejes de mí y me protejas del mal, que bajo tu protección me enseñes a amar y perdonar, a caminar rectamente por tu senda, Señor. Protégeme de la tentación y las asechanzas del enemigo.

Toda la gloria y toda la honra sea para Ti, Señor, por los siglos de los siglos, amén.