Oraciones poderosasMuestra

ORACIONES PROFUNDAS.

Hay oraciones que salen desde el más fondo del corazón y puede causar algo maravilloso. Cuando tu corazón anhela algo con todo tu poder y lo combinas con un ayuno y sometimiento a Dios innegable, pueden acarrear a milagros o situaciones asombrosas.

Es necesario que salga del corazón la oración, que sea sincera y con transparencias, que anheles algo con urgencia, que sea algo conforme a Su voluntad y que te muestres humilde y humillado ante el Señor.

Vamos a ver un ejemplo bíblico, como es el caso de Ana, madre de Samuel, en 1 Samuel capítulo 1. Ana no podía tener hijos pero oró desgarradoramente a Jehová: “ella con amargura de alma oró a Jehová, y lloró abundantemente” (1 Samuel 1:10 RVR1960). No sólo eso, sino que le propuso a Dios algo en 1 Samuel 1:11: “'E hizo voto, diciendo: Jehová de los ejércitos, si te dignares mirar a la aflicción de tu sierva, y te acordares de mí, y no te olvidares de tu sierva, sino que dieres a tu sierva un hijo varón, yo lo dedicaré a Jehová todos los días de su vida, y no pasará navaja sobre su cabeza” (RVR1960). La oración de Ana era sincera y profunda: “Pero Ana hablaba en su corazón, y solamente se movían sus labios, y su voz no se oía; y Elí la tuvo por ebria” (1 Samuel 1:13 RVR1960); pero no estaba ebria, sino que hacía algo más profundo: “Y Ana le respondió diciendo: No, señor mío; yo soy una mujer atribulada de espíritu; no he bebido vino ni sidra, sino que he derramado mi alma delante de Jehová” (1 Samuel 1:15 RVR1960). Tras esto, ¿cuál fue la respuesta de Dios?: “Y levantándose de mañana, adoraron delante de Jehová, y volvieron y fueron a su casa en Ramá. Y Elcana se llegó a Ana su mujer, y Jehová se acordó de ella. Aconteció que al cumplirse el tiempo, después de haber concebido Ana, dio a luz un hijo, y le puso por nombre Samuel, diciendo: Por cuanto lo pedí a Jehová” (1 Samuel 1:19-20 RVR1960).

¿A dónde quiero llegar con esto? La aflicción de un corazón y una petición desde el alma lo escucha Dios y si es todo sincero, puede suceder algo maravilloso.

No dudes nunca de que el Señor inclina su oído y escucha las oraciones y que si algo se anhela con el alma y está en la voluntad de Dios puede suceder.

(La oración esta vez no la voy a poner porque este tipo de oración es personal y muy profunda).

Bendito sea Jehová de los ejércitos por los siglos de los siglos, amén.