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MATEO 10

10
V. INSTRUCCIÓN PARA EL APOSTOLADO (10.1–11.1)#10.1–11.1 Segundo sermón, en el que Jesús, después de escoger a los doce apóstoles, los instruye y los envía encargándoles la misión de anunciar el reino de los cielos y haciéndolos partícipes del poder salvador.
Jesús escoge a los doce apóstoles
(Mc 3.13-19; Lc 6.12-16)
1Jesús llamó a sus doce discípulos y les dio autoridad para expulsar a los espíritus impuros#10.1 Espíritus impuros: Véase Mc 1.23 n. y para curar toda clase de enfermedades y dolencias.
2Estos son los nombres de los doce apóstoles:#10.1-2 Aquí los doce discípulos (lit. seguidores o aprendices) reciben, en virtud del encargo que Jesús les dio, el título de apóstoles (enviados o comisionados). primero Simón, llamado también Pedro, y su hermano Andrés; Santiago y su hermano Juan, hijos de Zebedeo; 3Felipe y Bartolomé; Tomás y Mateo,#10.3 Mateo: Cf. Mt 9.9, y véase Mc 2.14 n. el que cobraba impuestos para Roma; Santiago, hijo de Alfeo, y Tadeo;#10.3 Tadeo: Algunos mss. dicen Lebeo, o Lebeo, por sobrenombre Tadeo; se supone que es el mismo que en Lc 6.16 y Hch 1.13 es llamado “Judas, hijo de Santiago”, ya que ocupa el lugar correspondiente en esta lista y en la de Mc 3.18. 4Simón el cananeo,#10.4 Cananeo: nombre derivado de una palabra aramea que significa celoso o ferviente, y que no debe confundirse con el nombre dado a los habitantes de Canaán. Véase también Lc 6.15 nota m. y Judas Iscariote, el que traicionó a Jesús.
Jesús instruye y envía a los apóstoles#10.5-15 Segundo discurso principal de Jesús: instrucciones a los discípulos (Mt 10.5–11.1); véanse Introducción y Mt 7.28 n.
(Mc 6.7-13; Lc 9.1-6)
5Jesús envió a estos doce con las siguientes instrucciones:#10.5-14 Cf. Lc 10.4-11.
–No os dirijáis a las regiones de los paganos ni entréis en los pueblos de Samaria;#10.5 Los samaritanos o habitantes de Samaria (véanse Índice temático y Jn 4.9 n.), se habían mezclado con otros pueblos; los judíos los consideraban como extranjeros y no tenían trato con ellos. 6id más bien a las ovejas perdidas del pueblo de Israel.#10.6 Cf. Jer 50.6; Mt 15.24. 7Id y anunciad que el reino de los cielos está cerca.#10.7 Mt 3.2. 8Sanad a los enfermos, resucitad a los muertos, limpiad de su enfermedad a los leprosos y expulsad a los demonios. Gratis habéis recibido este poder: dadlo gratis.
9“No llevéis oro ni plata ni cobre 10ni provisiones para el camino. No llevéis ropa de repuesto ni sandalias ni bastón, pues el obrero tiene derecho a su sustento.#10.10 Lc 10.7; 1 Co 9.14; 1 Ti 5.18.
11“Cuando lleguéis a un pueblo o aldea, buscad a alguien digno de confianza y quedaos en su casa hasta que salgáis de allí. 12Al entrar en la casa, saludad a los que viven en ella. 13Si la gente de la casa lo merece, la paz#10.13 Paz: saludo tradicional judío. de vuestro saludo quedará en ella; si no lo merece, volverá a vosotros.#10.13 La paz... volverá a vosotros: también se puede traducir: que vuestro deseo de paz vuelva a vosotros. 14Y si no os reciben ni quieren escucharos, salid de la casa o del pueblo y sacudíos el polvo de los pies.#10.14 Sacudíos el polvo de los pies: gesto de rechazo. Cf. Hch 13.51. 15Os aseguro que en el día del juicio el castigo de ese pueblo será más duro que el de los habitantes de la región de Sodoma y Gomorra.#10.15 Sodoma y Gomorra: proverbiales por su pecado y consecuente castigo; cf. Gn 19.24-28; Mt 11.24; Lc 10.12.
Persecuciones
16“Ved que os envío como a ovejas en medio de lobos.#10.16 Lc 10.3. Sed, pues, astutos como serpientes, aunque también sencillos como palomas. 17Tened cuidado, porque os entregarán a las autoridades,#10.17 Autoridades: es decir, los tribunales judíos de cada localidad. os golpearán en las sinagogas 18y hasta os conducirán ante gobernadores y reyes por causa mía; así podréis dar testimonio de mí ante ellos y ante los paganos. 19Pero cuando os entreguen a las autoridades, no os preocupéis por lo que habéis de decir o por cómo decirlo, porque en aquel momento os dará Dios las palabras. 20No seréis vosotros quienes habléis, sino que el Espíritu de vuestro Padre hablará por vosotros.#10.17-20 Mc 13.9-11; Lc 12.11-12; 21.12-15; cf. Hch 4.1-8.
21“Los hermanos entregarán a la muerte a sus hermanos, y los padres a sus hijos; y los hijos se levantarán contra sus padres, y los matarán.#10.21 Mc 13.12; Lc 21.16. 22Todo el mundo os odiará por causa mía, pero el que permanezca firme hasta el fin, será salvo.#10.22 Mt 24.9,13; Mc 13.13; Lc 21.17. 23Cuando os persigan en una ciudad huid a otra, pues os aseguro que el Hijo del hombre vendrá antes que hayáis recorrido todas las ciudades de Israel.
24“Ningún discípulo es más que su maestro y ningún criado es más que su amo.#10.24 Lc 6.40; Jn 13.16; 15.20. 25El discípulo debe conformarse con llegar a ser como su maestro, y el criado, como su amo. Si al jefe de la casa llaman Beelzebú,#10.25 Mt 9.34; 12.24; Mc 3.22; Lc 11.15. Beelzebú: jefe de los demonios; véase Mt 12.24 n. ¿cómo llamarán a los miembros de su familia?
A quién se debe tener miedo
(Lc 12.2-7)
26“No tengáis, pues, miedo a la gente. Porque nada hay secreto que no llegue a descubrirse ni nada oculto que no llegue a conocerse.#10.26 Nada hay secreto... llegue a conocerse: véase Mc 4.22 n. 27Lo que os digo en la oscuridad, decidlo a la luz del día; lo que os digo en secreto, proclamadlo desde las azoteas de las casas. 28No tengáis miedo a quienes pueden matar el cuerpo, pero no pueden matar el alma; temed más bien a aquel que puede destruir el cuerpo y el alma en el infierno.#10.28 Aquel que puede destruir: según la interpretación más comú, el texto aquí se refiere a Dios; cf. Heb 10.31; Stg 4.12. Temed: o reverenciad; véase Lc 12.5 n.
29“¿No se venden dos pajarillos#10.29 Pajarillos: el gorrión común se vendía en los mercados como ave comestible de muy bajo precio. por una pequeña moneda?#10.29 Pequeña moneda: se refiere al as, moneda romana que valía 1/16 de denario (véanse Tabla de Pesas, Moedas y Medidas y Lc 12.6 n.) Sin embargo, ni uno de ellos cae a tierra sin que vuestro Padre lo permita. 30En cuanto a vosotros, hasta los cabellos de la cabeza los tenéis contados uno por uno. 31Así que no tengáis miedo: vosotros valéis más que muchos pajarillos.
Reconocer o negar a Jesucristo
(Lc 12.8-9)
32“Si alguien se declara a favor mío delante de los hombres, también yo me declararé a favor suyo delante de mi Padre que está en el cielo; 33pero al que me niegue delante de los hombres, también yo le negaré delante de mi Padre que está en el cielo.#10.33 Mc 8.38; Lc 9.26; 2 Ti 2.12.
Jesús, causa de división
(Lc 12.51-53; 14.26-27)
34“No penséis que yo he venido a traer paz al mundo: no he venido a traer paz, sino guerra.#10.34 Guerra: lit. espada, imagen literaria que indica división y conflicto. 35He venido a causar discordia: a poner al hombre contra su padre, a la hija contra su madre y a la nuera contra su suegra; 36de modo que los enemigos de uno serán sus propios familiares.#10.35-36 Miq 7.6.
37“El que ama a su padre o a su madre más que a mí, no es digno de mí; el que ama a su hijo o a su hija más que a mí, no es digno de mí; 38y el que no toma su cruz y me sigue, no es digno de mí.#10.38 La cruz era un instrumento de tortura, al parecer de origen persa, que los romanos usaban para infligir la pena de muerte; el condenado mismo tenía que llevar a cuestas su cruz o, más bien, la viga transversal de ella, hasta el lugar de la ejecución. Por medio de esta imagen Jesús prepara a sus discípulos para enfrentarse a la muerte y hasta para considerarse ya muertos respecto de sí mismos y del mundo. Cf. las expresiones de Pablo en Ro 6.2-11; Gl 2.19; 6.14; Col 3.3-5. 39El que trate de salvar su vida, la perderá; en cambio, el que pierda su vida#10.39 Vida: Véase Mt 16.25-26 n. por causa mía, la salvará.#10.38-39 Mt 16.24-25; Mc 8.34-35; Lc 9.23-24; 17.33; Jn 12.24-25.
Recompensas
(Mc 9.41)
40“El que os recibe a vosotros, me recibe a mí; y el que me recibe a mí, recibe al que me envió.#10.40 Mc 9.37; Lc 9.48; 10.16; Jn 13.20; cf. Jn 14.9. 41El que recibe a un profeta por ser profeta, recibirá la recompensa que merece un profeta; y el que recibe a un justo por ser justo, recibirá la recompensa que merece un justo. 42Y cualquiera que dé aunque solo sea un vaso de agua fresca al más humilde de mis discípulos#10.42 Al más humilde: los apóstoles, o posiblemente los creyentes humildes en general. por ser mi discípulo, os aseguro que no quedará sin recompensa.”#10.42 Mc 9.41.

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