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Reverdecer después del invierno

La visión de Ezequiel muestra un panorama donde la vida parecía imposible, pero la palabra de Dios y el soplo del Espíritu cambiaron todo. Si tu vida espiritual hoy se siente árida, recuerda que la acción inicial no depende de tu fuerza sino de la palabra que declara vida y del soplo que viene de Dios. Jesús promete vida abundante; esa promesa establece la posibilidad de reverdecer donde parecía irreparable.

Te invito a que puedas tener una acción práctica hoy:

• Reserva 10–15 minutos hoy para leer lentamente Ezequiel 37:1-6 y meditar en una frase que te impacte.
• Escribe en una hoja aquello que sientes seco y entrégalo en oración, pidiendo que la Palabra y el Espíritu soplen sobre ello.

Oración

Señor, habla sobre mis huesos secos; que tu palabra y tu Espíritu traigan aliento y comiencen la transformación. Dame ojos para ver la posibilidad de vida donde yo veo muerte.