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Sin Filtros: Viviendo Como Verdaderos Hijos De DiosSample

Sin Filtros: Viviendo Como Verdaderos Hijos De Dios

DAY 9 OF 10

Tú y yo fuimos creados para relaciones significativas. Dios es un Dios sociable, relacional, le encanta la gente, Él es así. Por causa del pecado que entró en el ser humano, las relaciones se complicaron. Primeramente, se rompió la relación del hombre con Dios, pero también dañó las relaciones entre los seres humanos. Por eso, cuanto más avanzan los tiempos, más breves, superficiales y dañinas son las relaciones entre las personas.

La gran mentira de este siglo se llama individualismo. Satanás ha usado bien sus armas para hacer creer al ser humano que será feliz cuando viva para sí mismo, satisfaga sus necesidades y deseos, y se ponga por encima de los demás. Pero eso no es lo que nos enseña la Escritura.

Evidentemente, la satisfacción personal es importante, y Dios no nos quiere desgraciados. Desea cosas buenas para nosotros, y que vivamos una vida llena de plenitud y propósito. ¿Entonces, dónde está el punto? El enemigo es un experto en tomar las verdades de Dios y tergiversarlas, disfrazarlas, ponerle unos cuantos filtros y cambiarles la apariencia. Pero lo que él ofrece está podrido por dentro, y trae muerte, como no podría ser de otra forma.

Esto es lo que el individualismo le hace al ser humano, cuanto más nos centramos en nosotros, más sufrimos, más ansiedad y depresión padecemos, más nos alejamos de las relaciones significativas y de Dios, y menos permitimos que la Palabra nos transforme a la imagen de Cristo, quien vivió en total entrega y sacrificio por otros, por ser humanos, pecadores. La gracia de Dios no puede convivir con la mentira del individualismo, pero nuestro corazón se debate entre vivir para Él o vivir para uno mismo.

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Sin Filtros: Viviendo Como Verdaderos Hijos De Dios

Este devocional es un recorrido por la primera carta de Juan, un llamado a vivir como hijos de Dios, en conducta, en fe, en convicción. A no dejarse engañar por las apariencias, a no enamorarse de lo que ofrece el mundo, que es pasajero y no sacia. A experimentar y permanecer en el amor verdadero, transparente, genuino, que es Dios mismo.

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