Así Es Jesús, Hábitos Que Revelan Su CorazónSample

Día 1. El hábito de orar como Jesús

Reflexión:

“Un día estaba Jesús orando en cierto lugar. Cuando terminó, dijo uno de sus discípulos: Señor, enséñanos a orar, así como Juan enseñó a sus discípulos” (Lucas 11:1 NVI).

Los discípulos no pidieron a Jesús que les enseñara a predicar o hacer milagros, sino a orar. Ellos notaron que el poder de su vida venía de su conexión íntima con el Padre. Jesús oraba en todo momento: al amanecer (Marcos 1:35), por la noche, antes de decisiones importantes, en crisis, y con profunda entrega. Su retiro demostraba la prioridad de orar en su vida, no solo por orar, sino para tener un tiempo íntimo con el Padre.

“Así que Jesús muchas veces se alejaba al desierto para orar” (Lucas 5:16 NTV).

Nosotros también necesitamos orar no solo para pedir cosas, sino para formar en nosotros una relación transformadora con Dios. La oración nos recuerda quiénes somos y a quién pertenecemos; La oración también forma en nosotros nuestra identidad como hijos de Dios. Este hábito transformó todo lo que Jesús hizo. Si queremos vivir como Él, debemos hacer de la oración un hábito diario, no solo un recurso de emergencia. Jesús mostró que se puede orar con sencillez, con humildad y con confianza, sabiendo que Dios escucha.

“Oren sin cesar” (1 Tesalonicenses 5:17 NVI).

Aplicación:

• Establece hoy un momento específico para orar. Puede ser en la mañana antes de empezar el día o en la noche.
• Ora con sencillez: alaba, agradece, confiesa y presenta tus necesidades.
• Si no sabes qué decir, empieza con una oración breve como: “Señor, ayúdame a buscarte cómo Jesús lo hizo".

Oración:

Señor Jesús, gracias por enseñarme a orar. Quiero vivir como tú, con una conexión diaria y sincera con el Padre. Ayúdame a vencer las distracciones y la prisa, y a buscarte con fe. Enséñame a orar con mi corazón y no solo con palabras. Que este hábito transforme mi vida. Amén.