Día Global de Oración Universitaria: Guía de Oración de 40 DíasSample

Día 15: El Camino Hacia el Despertar

“Se ha abierto una puerta de par en par para hacer un gran trabajo en este lugar (...)”
— 1 Corintios 16:9 (NTV)

Al acercarnos al Día de Oración Universitaria, es bueno recordar cuánto trabajo renovador de Dios ha nacido en el campus universitario. La mayoría de las universidades coloniales —lo que hoy conocemos como la Ivy League— se iniciaron en el derrame del Primer Gran Despertar. Probablemente conozcas las historias del Avivamiento Haystack, el Movimiento de Voluntarios Estudiantiles, las oraciones apasionadas de David Brainerd en sus días en Yale y otras. El movimiento wesleyano se inició entre algunos estudiantes universitarios que se reunían en la década de 1730 en la Universidad de Oxford, dispuestos a soportar la burla de ser llamados “metodistas” por su compromiso con el verdadero cristianismo.

Vivimos y oramos en un momento cultural en el que vemos señales tempranas de ese mismo celo y audacia entre los estudiantes universitarios de hoy. Y tenemos todas las razones para seguir su ejemplo. Estos jóvenes han llegado a la madurez con los teléfonos inteligentes que llevan consigo —una pequeña tienda de pornografía 24/7 en sus bolsillos, conectada a una fábrica de vergüenza que les recuerda constantemente lo que no son y lo que les falta. Son adultos emergentes que han sobrevivido al COVID en sus años de secundaria y de inicio universitario, y que han atravesado turbulencias políticas y todas aquellas experiencias que han marcado su adolescencia. Cualquier miembro de la Generación Z que conozco, ha enfrentado las dificultades de crecer y aún sigue persiguiendo a Jesús, lo hace con una valentía y una claridad que yo no tenía a mis 20 años. Ellos saben con cuánta desesperación su generación necesita a Jesús. Oran con un fervor que iguala la urgencia de esa necesidad. Y Jesús los escucha. Somos sabios al prestar atención a sus voces.

Si las correcciones organizativas hubieran sido suficientes para detener la marea de decadencia social y renovar la iglesia, ya habría ocurrido. Lo que necesitamos es algo que solo Dios puede hacer. Necesitamos un despertar espiritual. Tendremos que profundizar, ir más allá de la superficie, hasta llegar a la sagrada raíz de la cual surgieron nuestras iglesias y donde aún late una vida de despertar.

Lo que hallamos allí no es complicado: sed, clamor del corazón y amor santo; amistad sincera y segura entre los fieles; preocupación apasionada por los incrédulos; perseverancia unida a la urgencia; y un derrame que cambia la cultura. Al adoptar la postura de Malaquías 4, con los corazones de los ancianos volviéndose hacia los jóvenes y viceversa, podemos cuidar las almas de los estudiantes universitarios y apoyar su audacia al confiar en Dios para un nuevo día en su generación.

El despertar no es algo que podamos fabricar, pero podemos eliminar los impedimentos. Podemos posicionarnos para recibirlo. Y podemos unir nuestras manos y corazones a lo largo de las generaciones para clamar a Dios por su nueva obra de gracia hasta que Él la envíe. Más que en cualquier otro momento de nuestras vidas, este podría ser el camino hacia el despertar—¡con los estudiantes liderándolo!

PUNTOS DE ORACIÓN:

• Ora por un despertar personal y por humildad. Pide un encuentro fresco con Jesús que lleve al arrepentimiento, abriendo todos los canales para que Su obra penetre en nuestras vidas.
• Ora por una visión de lo que el movimiento cristiano podría llegar a ser. Pídele a Dios que revele el potencial de la Iglesia, haciendo intolerable para nuestros espíritus la brecha entre nuestra experiencia actual y esa visión.
• Ora por una unidad y audacia fervientes. Pide que se derrame el espíritu de la oración, marcado por el fervor y la unidad, y por una renovación de la pasión evangelística que impulse a avanzar el evangelio, especialmente entre los jóvenes emergentes.
• Ora por un despertar profundo: por la sanidad y autenticidad que se logran en relaciones formadas sobre la seguridad y el valor del coraje (Zacarías 12:10; Hechos 4:29).

Por David Thomas (David ayuda a dirigir New Room, una división de Seedbed. David y su esposa Karen viven en Lexington, Kentucky, y son padres de tres adultos jóvenes.)