Liderazgo al Siguiente NivelSample

Liderazgo de Multiplicación: Un Legado de Impacto Eterno

El diseño divino para el liderazgo es intrínsecamente expansivo. 'Sean fructíferos y multiplíquense' (Génesis 1:28 NVI).

Estamos llamados a cultivar un legado que trascienda nuestras propias vidas, a sembrar semillas de transformación que generen un impacto eterno.

Nuestro liderazgo debe ser un reflejo de nuestra identidad en Cristo, un testimonio del fruto del Espíritu Santo. No buscamos el poder o el reconocimiento, sino que nos esforzamos por edificar un Reino donde el amor, la justicia y la paz prevalezcan.

La autoridad para liderar se deriva de la multiplicación, del impacto que generamos en la vida de otros. La competencia y la inseguridad surgen de una falta de identidad en Cristo, de un desconocimiento de nuestro propósito divino.

Un liderazgo arraigado en la identidad divina se caracteriza por la multiplicación, por el desarrollo de otros líderes que continúen el legado de transformación. Al abrazar nuestra identidad en Cristo, desatamos un potencial ilimitado para impactar el mundo.