De La Desesperanza a La EsperanzaSample

¿Sabes que tu espíritu es tu responsabilidad?

La razón es porque el espíritu te abre camino en la vida. Y claro puedes avanzar en la vida, con esa parte de ti herido o lo puedes llevar como la llave de tu futuro. Si las elecciones tristes, la falta de prudencia, el orgullo, la inestabilidad emocional son elementos en ti que pueden convertirte en una persona vulnerable, que se deja al descubierto ante cualquier asalto emocional y espiritual.

Es mi oración que veas el valor de tu espíritu, y que puedas cuidarlo y alimentarlo correctamente cada día. Es tu responsabilidad para esto, mantener un corazón limpio y el deseo de caminar en una relación fructífera con Jesús.

¿Has pensado qué gobierna tu espíritu? ¿Lo consideras libre o lleno de ofensas? Hay situaciones que sin duda "atrapan" tu espíritu. Juan 11 nos muestra a Lázaro muerto y cómo llegó Jesús a resucitarlo. Limpió la desesperanza de la gente que rodeaba el cuerpo de Lázaro, pero con un tono firme dijo: ¡Lázaro, sal de ahí!

¿Dónde estás? En la depresión, en tu propio abandono. Hoy te llama por tu nombre y te dice ¡Sal de ahí!

Si eres de las personas que te cuesta trabajo perdonar o te quejas de tu diario vivir. Tu expresión en la cara, tus palabras con lo que reflejas lo que está en tu espíritu. La diferencia la encontrarás al mantener un espíritu generoso, libre, un espíritu correcto, que perdona, que entiende a los demás. Que ve lo que Dios quiere hacer en su vida. Un espíritu que piensa y siente agradecimiento, reflejando un espíritu sano. Un espíritu herido, por el contrario, sabotea tu relación contigo mismo y con las personas. Deja que Dios te abra puertas y dé su favor en tu futuro.

El Espíritu de Dios habla a nuestro espíritu a través de su Palabra y si nuestro espíritu lo llevamos a escuchar la voz de Dios a través de su Palabra, recibimos la luz para iluminar el camino de nuestra vida.

Te animamos a que tomes responsabilidad de todo éxito o fracaso que tengas en tus expresiones de amor o odio, de paz o guerra, de compasión o indiferencia ante las situaciones. Toma responsabilidad teniendo un espíritu enseñable, aprendiendo, estudiando la Palabra. No te canses. Persevera. Y a medida que vayas caminando recuerda guardar y proteger tu espíritu. Dios tiene cosas buenas para ti.