La Biblia Con Nicky y Pippa Gumbel 2025Sample

¿Dónde está Dios?
Elie Wiesel nació en una familia judía en Rumania. Era solo un adolescente cuando él y su familia fueron cercados por los nazis y llevados a Auschwitz primero, y luego a Buchenwald. En su libro *La noche*, ofrece un relato aterrador e íntimo de los horrores que paulatinamente soportó: la muerte de sus padres y de su hermana de ocho años, y después la pérdida de su inocencia de manera cruel. En el prólogo del libro, François Mauriac escribe sobre su encuentro con Elie Wiesel: «Entre otros horrores, Wiesel y sus compañeros de prisión fueron obligados a observar el ahorcamiento de un niño por parte de los alemanes. Seguía vivo cuando Wiesel pasó por delante y oyó a alguien detrás de él preguntarse en voz alta: ¿Dónde está *Dios,* dónde está?. “Y oí una voz dentro de mí que le respondía: ¿*Dónde está Él*? Aquí está, está colgado aquí en esta horca...”». François Mauriac continúa diciendo: «Y yo, que creo que Dios es amor, ¿qué respuesta podía darle a mi joven interlocutor \\[...\\]. ¿Qué le dije? ¿Le hablé del otro judío, aquel hermano crucificado que tal vez se parecía a él y cuya cruz conquistó el mundo?». «¿Le expliqué que lo que había sido un obstáculo para su fe, se había convertido en una piedra *angular* para la mía? Y que la conexión entre la cruz y el sufrimiento humano sigue siendo, a mi juicio, la clave del misterio insondable en el que se perdió la fe de su infancia, \\[...\\]. Eso es lo que debería haberle dicho a aquel niño judío. Pero lo único que pude hacer fue abrazarlo y llorar con él». Sus palabras apuntan a la respuesta más profunda a la pregunta: «¿Dónde está Dios?» Dios está en *Cristo*. Él estaba en la cruz cargando nuestros pecados en su cuerpo. Ahora el crucificado está entre su pueblo; no solo ha sufrido *por* *ti*, sino que ahora sufre *contigo*. En el Antiguo Testamento, el Tabernáculo (y más tarde el templo) era el lugar donde la gente iba a encontrarse con Dios. Como vemos en nuestro pasaje del Antiguo Testamento de hoy, aquel lugar era la casa de Dios (Ezequiel 43:5). Sin embargo, el mensaje de nuestro pasaje del Nuevo Testamento es que la gloria y presencia de Dios se encuentran supremamente en Jesús. Es en el mismo momento en que Jesús es rechazado y crucificado cuando la presencia de Dios en medio del pueblo sucede por fin y plenamente. A partir de ese momento ya no hay necesidad de un templo físico. La única iglesia física de la cual habla el Nuevo Testamento es la edificada por la familia de Dios (Efesios 2:20-22), fundada y edificada sobre Jesús: la piedra angular clave. El templo santo en el Nuevo Testamento es uno hecho de «piedras vivas» (1 Pedro 2:5); en otras palabras, de nosotros. Ese lugar es la nueva morada de Dios.Salmos 132:1-18
1. Encuentra la casa de Dios
El deseo del corazón de David era honrar a Dios y ponerlo por encima de toda comodidad material: «No iré a mi hogar ni me permitiré descansar; no dejaré que mis ojos duerman ni cerraré los párpados adormecidos hasta que encuentre un lugar donde construir una casa para el Señor» (vv.3-5, NTV).
El pueblo dijo: «”Vayamos hasta su morada; postrémonos ante el estrado de sus pies”. Levántate, Señor; ven a tu lugar de reposo, \[…\]. El Señor ha escogido a Sión; su deseo es hacer de este monte su morada» (vv.7-8, 13). Dios aseguró: «Este será para siempre mi lugar de reposo» (v.14).
Señor, anhelo Tu presencia. Es muy bueno adorarte ante el estrado de Tus pies. Gracias, porque el día de Pentecostés, cuando el Espíritu de Dios fue derramado, Tu presencia vino a vivir en Tu pueblo y entre Tu pueblo.
1 Pedro 2:4-25
2. Encuentra a Dios en Jesús
Jesús cambió todo.
Él es la piedra angular de la nueva casa, la cual está edificada con gente: «Cristo es la piedra viva, rechazada por los seres humanos, pero escogida y preciosa ante Dios. Al acercarse a él, también ustedes son como piedras vivas, con las cuales se está edificando una casa espiritual» (vv.4-5a).
Jesús puede ser o la piedra angular clave o la piedra de tropiezo (vv.7-8). Hoy en día, todavía muchos ven a Jesús como una piedra de tropiezo. Pero si lo conviertes en la piedra angular de tu vida y confías en él, «no serás jamás defraudado» (v.6).
Pedro está diciendo a todos los que creemos que estamos llamados a ser las piedras vivas que edifican la casa espiritual que está construida sobre Jesús. Recientemente me ha impactado esta imagen de la iglesia como la casa de Dios. Cuando te encuentras con Jesús, vuelves a casa.
Estos versículos contienen toda una serie de descripciones de aquella transición: «Pero ustedes son el pueblo elegido por Dios, escogidos para el alto llamado de la obra sacerdotal, escogidos para ser una nación santa, un instrumento de Dios para hacer su obra; pues él los ha llamado a anunciar a los demás la diferencia, como la de la noche al día, que ha hecho para ti: de la nada al todo, de ser rechazado, a ser aceptado» (v.9, MSG).
A la luz de esto, vive de manera diferente al mundo que te rodea: «Amigos, este mundo no es su hogar, así que no se acomoden en él» (v.11, MSG).
Somos el pueblo de Dios. Has recibido misericordia (v.10) y ahora tienes una batalla en tus manos; es muy real y tienes que abstenerte de los deseos pecaminosos que combaten contra tu vida (v.11).
Que no te sorprendan las acusaciones de hacer el mal (v.12). Busca vivir una vida que glorifique a Dios. En eso se incluirá respetar a la autoridad (v.13), practicar el bien (v.15), tratar a todos los que te encuentres con dignidad (v.17, MSG), amar a tu familia espiritual (v.17, MSG), no responder con insultos (v.23), sufrir por hacer el bien (v.20) y confiar en «aquel que juzga con justicia» (v.23).
¿Cómo es esto posible cuando somos seres humanos pecadores? La respuesta de Pedro apunta a Jesús: «Cristo mismo llevó nuestros pecados en su cuerpo sobre la cruz, para que nosotros muramos al pecado y vivamos una vida de rectitud. Cristo fue herido para que ustedes fueran sanados» (vv.24, DHH).
Jesús cambia todo. Pedro se basa en Isaías 53, que profetiza la manera en que el Mesías moriría en lugar de su pueblo. Aquello es lo que significaba que la piedra angular fuera rechazada, aquella es la piedra angular de tu fe, y así es como vuelves a la presencia de Dios. En la cruz, el lugar del sufrimiento se ha convertido en el lugar de la salvación.
Señor, gracias por la nueva casa espiritual que estás construyendo donde puedo experimentar la presencia de Dios.
Ezequiel 43:1-44:31
3. Encuentra a Dios en «la casa» del Señor
El Espíritu de Dios hace que Jesús sea real para ti: «Entonces el Espíritu me levantó y me introdujo en el atrio interior, y vi que la gloria del Señor había llenado el templo» (43:5).
Jesucristo es la gloria de Dios: «Y el Verbo se hizo hombre y habitó entre nosotros. Y hemos contemplado su gloria, la gloria que corresponde al Hijo unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad» (Juan 1:14).
Ezequiel ve a Jesús en su visión, «la gloria del Dios de Israel» (Ezequiel 43:2). «El sonido de su venida era como el rugir de aguas torrentosas y todo el paisaje resplandeció con su gloria» (v.2, NTV). Todo alrededor de donde está Jesús se vuelve radiante. En la presencia de Jesús, todo lo que podemos hacer es caer postrados y adorarlo (v.3, RVA-2015): «Y caí postrado sobre mi rostro. La gloria del Señor entró en el templo por la puerta» (vv.3-4, RVA-2015).
Cada vez que el pueblo de Dios se reúne en la adoración —por ejemplo en el servicio dominical— se espera que «la gloria del Señor» llene la casa. Esta es la razón por la cual la iglesia debe ser tan emocionante, poderosa y transformadora.
Al leer en el Antiguo Testamento todos los sacrificios que tuvieron que hacer por sus pecados, recordamos que el libro de Hebreos nos dice que aquello era una ilustración (Hebreos 9). Aquellas eran «copias» de las cosas celestiales (9:23). Eran una «sombra» de lo que estaba por venir (10:1). Tenían que hacer un sacrificio por el pecado (Ezequiel 43:19) con sangre (v.20) para purificar y hacer expiación (v.20). El macho cabrío tenía que ser sin defecto (v.22). Todo esto prefigura el sacrificio perfecto de Jesús por sus pecados (1 Pedro 2:24).
El santo sacerdocio de Ezequiel 44 prefigura el santo sacerdocio descrito en 1 Pedro 2:5. Esta es ahora la tarea de todo cristiano. Tu primer deber como «sacerdote» es ser santo y mantenerte puro para poder ser usado por el Señor. Tu segundo deber es ayudar a los demás a hacer lo mismo con tu enseñanza y con tu ejemplo (Ezequiel 44:23).
¿Dónde está Dios ahora? Él vive en ti por su Espíritu. Él está allí cuando nos reunimos en Su nombre y nos postramos ante Él en alabanza, adoración y exaltación.
Señor, gracias porque soy un templo santo en el que vives por tu Espíritu. Necesito desesperadamente Tu ayuda para vivir una vida santa.
Pippa Adds
Pippa añade
1 Pedro 2:24b
«Por sus heridas ustedes han sido sanados».
Todas las heridas que recaudamos en nuestras vidas pueden ser traídas a la cruz y entregadas a Jesús. No necesitamos aferrarnos al pasado. Jesús sufrió y murió para que fuéramos sanados.
References
Notas: Escritura marcada (MSG) es tomada de la traducción bíblica The Message, no está traducida al español, se parafrasea. Elie Wiesel, *La noche, el alba y el día* (Aleph editores, 1989), p.79 Elie Wiesel, *Night*, (Penguin, 1985), p.xxi. Unless otherwise stated, Scripture quotations taken from the Holy Bible, New International Version Anglicised, Copyright © 1979, 1984, 2011 Biblica, formerly International Bible Society. Used by permission of Hodder & Stoughton Publishers, an Hachette UK company. All rights reserved. ‘NIV’ is a registered trademark of Biblica. UK trademark number 1448790. Scripture quotations marked (AMP) taken from the Amplified® Bible, Copyright © 1954, 1958, 1962, 1964, 1965, 1987 by The Lockman Foundation. Used by permission. (www.Lockman.org) Scripture marked (MSG) taken from The Message. Copyright © 1993, 1994, 1995, 1996, 2000, 2001, 2002. Used by permission of NavPress Publishing Group. **Notes** As Rick Warren says, ‘You cannot control the lies that people may speak about you. Live so that people have to make up stuff in order to accuse you.’ (Nicky Gumbel, *The Jesus Lifestyle*, P.114).About this Plan

Antiguo Testamento, el Nuevo Testamento y un Salmo o Proverbio cada día. Combinado con un comentario diario de Nicky y Pippa Gumbel, este plan nos guía a conectarnos más estrechamente con la Palabra de Dios y nos alienta no solo a aplicar las enseñanzas de las Escrituras a nuestra vida diaria, sino también a profundizar en nuestra relación con Jesús.
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