Promesas De Dios en JuanSample

Bienaventurado eres. Sí, pues tú creíste sin verlo, no tuviste que ver a Dios, simplemente decidiste creer en Él, en Su obra en favor tuyo, creíste en Su amor y no dudaste ni exigiste algo especial. Y para todo aquel que decidió creer sin ver, hay una promesa de bienaventuranza, y esa promesa está dirigida a ti, así que prepárate y recíbela.
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El Evangelio de Juan nos permite ver a Jesús como el Hijo de Dios. Es decir, con la misma naturaleza divina del Padre, y de manera extraordinaria, descubriremos promesas extraordinarias y tan grandes que para muchos pueden resultar difíciles de creer. Pero, que tienen la garantía de que quien las ofrece es el Señor Jesucristo.
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