Cómo Orar Más EfectivamenteSample

## La oración del Señor Si diste inicio a este plan porque te preguntas cómo puedes orar más efectivamente, debes saber que ese es un gran anhelo. Tu corazón está en el lugar correcto. Querer orar efectivamente significa que deseas construir una relación con Dios y tener comunicación con Él. ¡Esto es fabuloso! Somos bendecidos en los Evangelios cuando Jesús nos dice cómo orar. Jesús dice que cuando oras, no te muestres orando en público o balbuceando todo tipo de palabras. Él asegura que tu Padre Dios ya conoce tus necesidades antes de siquiera pedirlas. En el libro de Mateo, Jesús instruye que cuando ores, debes orar así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre, venga tu reino, hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día. Y perdónanos nuestras ofensas, como también hemos perdonado a los que nos ofenden. Y no nos dejes caer en la tentación, sino líbranos del mal . Este pasaje de la Biblia se le conoce como «El Padrenuestro ». Es la oración que Jesús usó para enseñar a sus discípulos a orar. ¿Es la única oración? Absolutamente no. Pero es una buena oración, especialmente cuando no sabes qué decir. Orar es como respirar. Es algo que debes hacer constantemente, continuamente y sin cesar. Un paso esencial para ser eficaz en tus oraciones es recordar a quién vas a hablarle. Si conoces a Cristo Jesús como tu Señor y Salvador, entonces Dios es tu Padre, lo que significa que has sido invitado por Cristo a venir ante el trono de la gracia. Por lo tanto, debido a que Dios desea que te comuniques y hables con Él, puedes orar con confianza, sabiendo que el Señor escucha. A Dios no le preocupa la duración de la oración o si suena elocuente o no. Dios te desea. Él es tu padre y quiere saber de ti. Tu acercamiento a Él debe ser de honor y reverencia, lo que te permite derramar con humildad y sensatez aquello que está en tu mente y corazón. Si aún no lo has hecho, te animo a hacer una oración hoy. No importa si es corta y simple. Derrama tu corazón y pensamientos a Él. Él está listo para escucharte.