El Hockey Profesional Y La BibliaSample

«Matt Cullen se apoya en versículo del Antiguo Testamento para vencer el temor» Hurricanes de Carolina: 3 Oilers de Edmonton: 1 Serie Final de la Copa Stanley: Séptimo juego 19 de junio de 2006 El «temor» no es una palabra de la que esperarías que un jugador de hockey hablara, pero el centro veterano, Matt Cullen, no es un jugador de hockey típico. De hecho, es lo suficientemente transparente como para hablar acerca de algunos de los importantes momentos en su vida como deportista y como padre cuando el temor fue un obstáculo bastante real que lo estorbó en su camino. Tomemos por ejemplo las emociones de Cullen al dirigirse al séptimo juego de la Serie Final de la Copa Stanley 2006. «Oré más ese día que en toda mi vida —le dijo a Christian Sports Journal—. Ese fue un día en el que me apoyé mucho en el Señor. Me ayudó a enfrentar algunos de mis temores. Estaba nervioso al entrar en esa situación. Era todo por lo que había trabajado y soñado como deportista profesional». Cullen también se apoyó en uno de sus versículos bíblicos favoritos para obtener aliento. «¿No te lo he ordenado Yo? ¡Sé fuerte y valiente! No temas ni te acobardes, porque el Señor tu Dios estará contigo dondequiera que vayas» (Josué 1:9). «Tener esa valentía y confianza hizo una gran diferencia, me hizo sentir tranquilo saber que alguien estaba conmigo —continuó Cullen—. Era simplemente un sentimiento divertido entrar al juego y ser capaz de confiar en que estaba en buenas manos. Simplemente jugué libre sin ningún temor o duda. Es la vez que más me he divertido jugando, lo cual es gracioso porque se supone que sería el juego con más presión en el que hubiera jugado». Otro pasaje bíblico que ha inspirado a Cullen es la historia de David y Goliat (1 Samuel 17:1-58) en la que un joven derrotó valientemente a un poderoso guerrero filisteo y salvó a los israelitas de la destrucción. «Esa fue una de las primeras historias que aprendimos de niños —explicó Cullen—. Es una de las historias más inspiradoras de valentía. David estuvo frente a probabilidades terribles y venció al gigante. Me encanta leerles esa historia a mis muchachos. Ser valientes es hacer algo que no es fácil ni divertido, pero que uno hace porque es lo correcto». En 2010, Cullen enfrentó un desafío difícil en su vida personal al jugar para Ottawa donde había sido intercambiado durante la temporada. Al estar en Pittsburgh para un juego de eliminatorias, su esposa Bridget entró en trabajo de parto de su tercer hijo Joey. «No pude volver a casa esa noche —recuerda Cullen—. Tenía problemas con sus pulmones. Fueron momentos en los que me apoyé en mi fe. Estuve orando para asegurarme de que Joey logrará sobrevivir cada día. Finalmente, salió de peligro, pero yo estaba muy nervioso y asustado por la situación desde el inicio [...] es normal ponerse nervioso por un gran juego o por un evento importante en tu vida. Todos se ponen nerviosos algunas veces. Entonces te preguntas a ti mismo: “¿De qué estoy realmente asustado?”. Entonces lo puedes enfrentar porque no hay nada de qué temer. Ayuda mucho cuando simplemente lo enfrentas y lo pones en perspectiva. Te da valentía para salir peleando».