Cómo Servir a Dios Con Pasión Y Excelencia... Y No Desmayar en El Intento.Sample

Servir a Dios es un privilegio.

Tengo que decir que mirando atrás a todo lo que he vivido en estos 23 años de estar sirviendo al Señor y a mi generación me doy cuenta de que Dios ha sido demasiado bueno conmigo. Es realmente un privilegio poder servirle y serle útil en sus planes.

Pudiera estar viviendo otra clase de vida y haciendo cosas muy distintas y sin embargo, el Señor en su gracia y su amor me escogió para que le sirviera. Me involucró en el plan más maravilloso que existe sobre el planeta tierra, el de llevar su mensaje de amor y salvación a toda criatura y servir en su Reino.

El enemigo siempre buscará que nos concentremos en las experiencias negativas o en los momentos difíciles, sin embargo, la satisfacción y realización que he encontrado en la voluntad de Dios superan con creces cualquier situación desagradable que haya vivido a lo largo de todos estos años de servicio al Señor.

Sé que aún me queda largo camino por delante y si el Señor no regresa antes, hay mucho todavía por hacer, pero estoy dispuesto. Me fortalece y me alegra el vivir toda esta experiencia de la mano del glorioso Espíritu de Dios quien ha estado conmigo a lo largo de este proceso. En los momentos más complicados he sentido su respaldo así como el de mi familia y mis hermanos en Cristo que han sido también una gran ayuda.

Te animo a mirar hacia adelante, a poner tus ojos no en lo temporal sino en lo eterno. A confiar en que Dios cumplirá cada una de sus promesas y que al final, esta emocionante vida de fe y entrega al Señor se encontrará con la recompensa eterna que Jesucristo nos ha prometido.

No desmayes ante la adversidad o los retos, ten fe y confianza en que tu Padre celestial está contigo. Él se deleita en tu servicio, le complace verte involucrado en sus sueños y amar lo que Él ama. Sigue adelante, no te desanimes ni desmayes, el Dios Todopoderoso está contigo, siempre te ayudará y nunca te desamparará.