La Biblia en un AñoSample

Reflexión: ¿QUIÉN ME LIBRARÁ?

"Pero veo otra ley en mis miembros, que se rebela contra la ley de mi mente, y que me lleva cautivo a la ley del pecado que está en mis miembros. ¡Miserable de mí! ¿quién me librará de este cuerpo de muerte? Gracias doy a Dios, por Jesucristo Señor nuestro. Así que, yo mismo con la mente sirvo a la ley de Dios, mas con la carne a la ley del pecado" (Romanos 7:23-25).

En el día de ayer hablamos acerca de las pasiones y pecados que nos asedian. Pablo continúa con el relato y expresa la lucha que existe entre la mente y la carne, las cuales en general son antagónicas. ¡En cuántas oportunidades, tal vez luego de ser confrontados por la Palabra de Dios, nos propusimos ser obedientes al Señor y a Sus mandamientos, y luego le fallamos! Nuestro cuerpo, sin lugar a dudas, siempre se va a inclinar a lo pecaminoso; es por esta razón que nuestros pensamientos deben llenarse cada día de la Palabra de Dios. Ella será quien, en el momento de la tentación, levantará argumentos en nuestra mente para que optemos por hacer Su voluntad.

Pablo también da gracias a Dios, en medio de su reflexión, por Jesucristo Señor nuestro. Es que Jesús es nuestro modelo, Él también atravesó momentos de tentaciones, el desierto es uno de ellos; pero no se dejó doblegar, sino que a través de la declaración de la Palabra obtuvo la victoria. En tres oportunidades dijo: “Escrito está”. Y luego reprendió a Satanás, quien es la fuente de tentación.

Recordar: Esta debe ser nuestra reacción frente al pecado; Jesús es nuestro ejemplo y en Él tendremos victoria.