Confidencias Del AlmaSample

Puente entre la fe y la esperanza
Las veredas de la fe no son lineales; incluyen pedregales, valles, cuestas serpenteantes, abismos escabrosos, planicies, paisajes hermosos. Mientras, la esperanza se mantiene viva, aunque en ocasiones parezca languidecer.
Y un día, cuando menos lo pensamos, somos testigos del alumbramiento de un milagro. En tanto eso ocurre, la fe sigue alimentándose de la esperanza, y robusteciéndose por la riqueza de la Palabra.
¿Y quién sabe si hoy es el día de encuentros inesperados, encuentros de aguas saltarinas en pozos inertes, al calor del día; encuentros que sorprenden nuestra verdadera necesidad?
¿Y quién sabe si hoy los clamores como los de Ana atraviesan el cielo, y milagros con nombre y apellido se apoderan de nuestro cuerpo, y de paso, callan los prejuicios de otros?
¿Y quién sabe si es hoy el día del beso conciliador, como el de Jacob y Esaú, el día en que la riña se canse de pelear, las palabras de defenderse, y el corazón de odiar?
¿Quién sabe si hoy el valor conquista el corazón amedrentado, y cual Gedeón, vencemos lo que tanto nos ha robado?
¿Quién sabe?... ¿Quién sabe?... ¿Quién sabe si es hoy cuando las fuerzas del mal huyan despavoridas ante la invencible presencia de Jesús, y una nueva vida se levante redimida, perdonada, liberada, con nuevos y esperanzadores propósitos?
¡Oh! ¿Quién sabe?
Por si es hoy, buen Dios, por si es hoy... aquí estoy. Te creo.
Dios todo lo sabe, pero nos hace tanto bien contarle lo que ocurre en nuestro ser. Hoy te invito a compartirle sobre tus anhelos y tus necesidades; aquello que late fuerte en tu corazón. Y también a expresarle tus temores; lo que amenaza tu esperanza, y quiere asustar tu fe. Finalmente, te invito a separar un espacio para repasar los sucesos descritos en la pieza del día, con la ayuda de la base bíblica de hoy.
Oración:
Dios, Tú eres capaz de todo; para Ti no hay nada imposible. Dirige mis pensamientos a Ti, de tal manera que mi fe sea fortalecida, mientras aguardo Tus respuestas con esperanza. Amén.
About this Plan

Vivimos aprisa. El calendario persigue nuestra agenda y las alarmas del reloj marcan nuestros ritmos, aún nuestros descansos. Lo hacen hasta que el alma nos gime desde adentro, y nuestros cuerpos reclaman nuevos tiempos, en donde, en vulnerabilidad y sencillez ante Dios, entreguemos las confesiones de nuestra alma, diariamente. Te invito a visitar los recovecos de tu ser, a la luz de la Palabra, con pies descalzos.
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