La oración permanece

Cuando repasamos la vida de Jesús, notamos una constante: sin importar las circunstancias, Jesús oraba. De madrugada y en soledad, antes de sanar enfermos, en agradecimiento, apartado o en público, en sumisión, con alegría, al caminar sobre el agua… en fin. Jesús nos enseñó que la oración es una conversación permanente con el Padre y nos dio las pautas para hacerlo en Su nombre. Evalúa, ¿estás pasando suficiente tiempo en oración con Dios?

La Biblia dice:

Oren sin cesar, den gracias a Dios en toda situación, porque esta es su voluntad para ustedes en Cristo Jesús.

1 Tesalonicenses 5:17-18