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A veces pensamos que Dios está demasiado ocupado o que es demasiado grande para escucharnos cuando oramos. Con tanta gente y tantas oraciones, ¿cómo es posible que Dios nos escuche por encima de todos los demás? Bueno, la buena noticia es que Dios nos escucha cada vez que oramos. ¿Por qué? ¡Porque Dios es así de grande! La atención de Dios no es limitada como la nuestra puede serlo a veces, y eso significa que Dios siempre está dispuesto y listo para inclinarse y escucharte. La grandeza de Dios lo hace posible. 

Esta semana, asegúrate de salir y dar un paseo. Nota las cosas a tu alrededor que te muestran cuán grande y enorme es Dios. Mientras lo haces, recuerda que este mismo gran Dios está lo suficientemente cerca para escuchar todas tus oraciones.